martes, noviembre 28, 2006
Estaba la Guagua y la Cata, mis hermanas, en el Líder de Quilín probándose bikinis. Ok, todo hasta acá es LO anecdótico... hasta que de repente, la Guagua ve a un guardia mirándola en pelotas, y no es que fuera de pasadita, ella estaba en el último probador!!!! ATAQUE CARDIACO, el guardia escapó, la Guagua reclamó al gerente del Líder, al Guardia, nadie la pescó, nadie le dió bola, a lo más le dijeron algo como "uff, perdona, vamos a mandar al estacionamiento al guardia".
VALOR, la Guagua y la Cata regresaron a la casa en estado de shock, pucha que lloraron, pucha que sufrían... osea, cómo será si es que te violan, mi casa era un drama con patas... finalmente llamé a la central del Líder y reclamé por teléfono, obvio que me anotaron todos los datos y me preguntaron mil cosas, que aquí y que allá, y me prometieron que resolverían el asunto...
Diez minutos más tarde, me llamaron para decirme que en el Líder de Quilín NADIE CONTESTABA EL TELÉFONO y que les habían mandado un mail contándole nuestro reclamo.
Qué me han dicho a mí.... marqué el teléfono de la central de D&S y pregunté cara de raja, buenas tardes, podría comunicarme con la secretaria de DON NICOLÁS IBÁÑEZ, por favor? Claro, porque si nadie me pescaba, mi reclamo iba a ir directamente con el DUEÑO DE LÍDER, CON MR. LIDER!!!
Y obvio, me contestó María Gloria, le conté el problema, súper amorosa, y le conté que tenía a la pobre Guuagua con ataque de llanto, sin saber qué hacer y que nadie nos daba una respuesta decente en Líder... buena onda la María Gloria pos, me dice, "a nooooooo, esto no puede ser, llámete a la Josefina Correa" y me dio su celular.
Tuuuuu, tuuuuuuu, aló ¿Buenas tardes, hablo con Josefina Correa? Si con ella, me presenté, le conté un poco el asunto y le pasé a la Guagua (pero antes de despedirse de mí me mandó un beso) y se puso a hablar con la Guagua, que más encima en su estado de shok le lloró a mares con todo lo que le había pasado, entonces ahí la Josefina Correa le subió el ánimo, le prometió que como salvadora de los clientes del Líder nada de esto iba a quedar así, que iban a echar al guardia, le preguntaba qué edad tenía, qué estudiaba y la Jóse le contaba que también tenía una hija de 21 años, y pero qué bueno que estudies publicidad mi linda!!! La Guagua le entregó sus datos y la JC le prometió que la iba a llamar, sí o sí, que el gerente de Quilín le iba a ir a pedir disculpas personalmente y que el guardia voyerista tendría esta misma tarde sus patitas de mirón en la calle. Y cortó.
Juro de guata que la Guagua superó el drama post-shock después de hablar con la Josefina Correa, es un gurú, un alma, que horror por mí de haberla pelado en algún posteo anterior, esa mujer SÍ ES UN PAN DE DIOS!
A los 10 minutos llamó a mi casa la Josefina, hizo un par de preguntas, nos dio alguna solución y supe que la JC ES UNA AYUDA SIEMPRE!!!
domingo, noviembre 26, 2006
¿Cuatro mujeres?
Hay cierta fascinación cuando la gente escucha que somos 4 mujeres. Cuatro hermanas. En sólo 7 años mis papás armaron una familia y no fue precisamente buscando al hombre, como todos piensan, sino porque a mi mamá le gustan los niños. O eso es lo que nos dicen. Y acá estamos.
Ser puras huachasminas es más un beneficio que una tortura. Hay 4 closet y mil millones de ropa para intercambiar y usar. A veces nos hemos comprado la ropa a medias, zapatos nunca, eso sí. La cantidad de ropa que hay en mi casa es impresionante. Como 12 vestidos para matrimonio, 50 jeans, como 45 carteras, mil pares de aritos, cien poleras es poco y por mucho tiempo teníamos que marcar la ropa. En el colegio, los jumpers tenían unas etiquetas bordadas con nuestro nombres. Los calcetines tenían una R, una P, una cruz roja y otra calipso para diferenciar. También las blusas del colegio, los calzones y todo lo que se pudiera llegar a confundir. Ahora hemos sido más prácticas y algunas le cortamos las etiquetas a la ropa y así no las confundimos. ¿Tú tenís el polerón negro? No, está en la ropa sucia. Eso sí que es pelea segura.
Algunos piensan que tantas mujeres hacen que el papá sea celoso. NADA! Cada vez que escucha de un pololo, de un pretendiente o de un amiguito, nos pregunta cuándo llegará con la roca. Está deseperado por que nos casemos, para así dejar de pagar la cantidad de universidades, colegio y mi subvensión a la cesantía. Y peor, porque dice que comemos como si fuéramos a la guerra y que con nosotras, obvio que ni un presupuesto auspiciado por Codelco le alcanza para llenar el refrigerador... También es súper crítico con la gordura, nos agarra el rollo, las gualetas (de ahí viene el sobrenombre de la Guale) y nos dice en tono irónico "oye que estai chanchita", sólo para hacernos sufrir. O cuando le comenta a sus amigos, delante de nosotras, "yo tengo cuatro mujeres, osea, un set completo de limpieza!".
Pero tampoco lo puedo echar al agua. Es top, cada vez que vamos a salir le mostramos la tenida ¿oye Gringo (así le decimos), cómo me veo? y él nos dice con cara de pánfilo, "re bonita", aunque a veces nos reclama por el escote...¡pero algo hay que mostrar digo yo!
Pero no todo es tan superficial. En mi casa siempre existe una hermana con la que se puede conversar. Hasta yo he llegado a las 5 am con ataque de llanto y la Guale se ha despertado y me ha consolado hasta que me dormí en su cama. Si cuando me asaltaron partieron todas como pelotón a defenderme... incluso la Cata se bajó del auto con un fierro para pegarle a los asaltantes!!! También somos ultra paleteadas y capaces de mentir, de negar que están en casa cuando llaman los lateros, de hacernos llamados de salvación, ir a buscarnos en casos extremos (como cuando una se pelió con el pololo y se quedó en plena calle y sola), de defender a combos y de odiar con la misma intensidad, todas al mismo tiempo, al imbécil que hizo a alguna sufrir. Por que sí, aunque la mamá se enoje, la vendetta algunas veces sí ha estado con nosotras, así como también las mandas comunitarias para que alguna pase de curso o no se eche el ramo, si hasta hemos tenido que hacer prosesiones a Santa Teresa de los Andes para pagar las mandas cumplidas.
Y los pelambres son lo mejor. El ojo de piure, esto es muy sí y lo otro muy no, son frases que nosotras no más entendemos. Y que hemos tenido que entrar a explicarle a la humanidad. Hay otros que he tenido que suprimir por lo fuertón que pueden sonar. Es que sí las mujeres son malas, por cuatro llega a ser siniestro. No dejamos títere con cabeza.
Algunas veces hemos ido a comer todas juntas, un par de veces hemos jugado en el Casino de Viña, las tres grandes nos fuimos solas a Baires una vez a comer y a comprar, cuando yo era la única mayor de edad y en vez de pedirles a ellas los permisos notariales, me los pedían a mí. Por que a pesar de ser la mayor, siempre piensan que soy la segunda o la tercera. Y claro, no falta la que dice y, como me pasó el sábado pasado, que me dice ¡Son cuatro!, es que yo siempre vi a tres, cuál es la que me falta? y ahí tenemos que entrar a explicar quién es quién de nosotras.
Y qué pasa con los hombres? Es típico que te dicen: preséntate a las hermanas!!! Como que se sienten con el derecho de que si invitan a salir a una, obvio que podrían salir con todas. Eso, eso sí que no!!!
jueves, noviembre 23, 2006
Peleando con los cuchuflís
A veces pienso que me perdí en el periodismo. Soy buena para los negocios, quizás herencia de mi papá, la mamá, mis abuelitos, todos mis tíos y de toda la gente con la que me he rodeado y que tiene negocios o empresas. Hasta de mis hermanas que han sabido descubrir nichos y nuevas líneas de productos y cosas entretenidas para vender. La Guale empezó cuando estábamos en el colegio y vendía bonobones. Al lado del negocio del papá había una confitería y nosotras lo llamábamos diciéndole que necesitábamos una caja de super 8, de chocolates, de bowlings o de la huifa que fuera para llevarle a un hogar de niños, pero no, era mentira, vendíamos todo, no gastábamos en la primera inversión y nos hacíamos millonarias. Claro, porque nosotras éramos 4 en el mismo colegio, con 4 públicos objetivos diferentes y con mucha mente empresarial. Igual en esa época era un poco dificilón hacer negocios, porque si nos pillaban vendiendo, nos requisaba la inspectora, cual vendedor ambulante, toda la mercadería.
De ahí, y ya cuando yo ya estaba en la universidad, empezamos con los calzones, las pantis, las camisetas de pantis, los calcetines... uff! andaba con el medio matute a cuestas!
Luego saltamos a las artesanías y vendíamos pinches y pulseras de mostacillas, también era un muy buen negocio, porque mandábamos camionadas y camionadas de productos a Algarrobo y una señora que tenía un puesto en la feria nos compraba millones. Hasta nos hacía pedidos para findes largos y las vacaciones. Yo nunca le he hecho a la motricidad fina, así que la Guagua y la Gualeta los fabricaban, yo me encargaba de vender y de acarrear. En esa época teníamos un computador tan, pero tan rasca, que no podíamos poner banda ancha, así que toda la plata era para comprarnos el mega computador. Incluso, sábado por medio íbamos a la feria de las pulgas de Providencia y vendíamos cualquier tontera que sacábamos de la casa... en ese minuto me di cuenta que la gente compra lo que sea! Tanto, que la Cata cuando estaba en cuarto básico había hecho una virgen de yeso muy, pero muy re fea. Era Virgen María y todo, pero a sus 9 años la niña no era muy talentosa, pero nosotros creíamos que alguien en este mundo la podía comprar.... incluso, cada sábado que íbamos a la feria la instalábamos sobre el cartón y le prendíamos una vela, para que nos fuera bien con el negocio, hasta que un día llegó una cubana y nos preguntó cuánto costaba la Virgen... 100 pesos le dijimos, y se la llevó.
Creo que ese fue la mejor venta que hemos hecho.
O después de vender eso, nos dimos cuenta de que podemos vender cualquier barbaridad.
Durante todos estos años, paralelamente, hemos tenido que pelear con mis papás por el tema de los negocios. Por un lado se cachiporreaban con todos de tener unas hijas tan buenas para los negocios, pero por otro, se preocupaban de que nos gustara demasiado la plata y por períodos no nos dejaban vender ninguna huifa por miedo a que todas repitiéramos de curso, porque claro, su inversión en educación era mucho más alta de la rentabilidad de la venta de cualquier producto. Así que en esos tiempos hacíamos los negocios escondidas, como si fuéramos el peor cartel de narcotráfico que existiera.
¿A qué voy con todo esto? Que yo empecé un negocio de carteras muy monas. Estoy sola esta vez porque son muy caras para el público escolar/universitario de mis hermanas y en esta primera incursión sola, me ha ido bien. Y otro, porque tenemos hace un par de meses un megocio de cuchuflís y alfajores caseros que son muy, pero muy ricos. El problema es que mañana tenemos que entregar una torta de primera comunión de puros cuchuflís blancos y esta vez, el chocolate blanco se nos fue en collera...
Así que mientras escribo esto, tengo a la Cata pensando cómo bañar 50 cuchuflos decentemente con un chocolate blanco que está muy rebelde.
domingo, noviembre 19, 2006
El Kevin
Mi mamá siempre odió a los perros porque le destruían el jardín. Cuando era guagua teníamos un siveriano. Un poco más grande y cuando ya éramos tres hermanas, tuvimos un pastor alemán que se llamaba Panki, no sé que onda mis papás, abrán sido panketas por los ochentas o les gustaba esa movida, que al pobre perro lo llamaron así. Nos duró un año, justo un año en que destruyó todo el jardín, se perdió y lloramos a moco tendido su desaparición, se comió dos muñecas y el cochecito y alteró tanto a la mamá que tuvimos que donarlo a gente que no tuviera un patio tan de revista de decoración como el mío.
Años después llegaron unos setter irlandés gemelos que duraron una tarde todo por la fobia de la mamá. Todo, hasta hace dos días.
Como el viernes llegó un quiltro, quiltro y recontra quiltro que se metía a la casa, y mi mamá como nunca, le hablaba. El perro, que es mudo porque lleva mucho tiempo en mi casa y todavía no ladra, es un pan de Dios. Es como el perro perfecto, no come, no hace caca y no destruye el jardín, cuida la casa y más encima entiende al nombre que le pongamos. La mamá decidió ponerle Tony, porque según ella, es como el Tony caluga (?), pero la Guagua, cachando que el perro es hombre y tan rucio como nosotras, le pusimos Kevin!!
Así que ahora tenemos un perro gringo, que responde a Kevin y es la cagá!!!
miércoles, noviembre 15, 2006
El día más largo del mundo
Estoy de supervisora de Simce. Gracias a un contrato de confidencialidad como lo de los reality, no puedo contar nada.
Acá va un breve resumen:
Horas dormidas: 4
Hora de inicio jornada laboral: 6.30 am
Hora de término: 21.30 pm
Almuerzo: 2 italianos
Caída de la escalera: una
Sangramiento de dedos: 2
Parecer digna después de la caída: 1
Duración de la cojera: 3 horas
Amurramiento por hambre: 1
Escolares que se agarran a combos en medio de la prueba: 2
Kms recorridos por La Florida: 50
Kms recorridos por estar perdida en La Florida: 25
Veces en que tuve que pedir ayuda por perdida en la calle: 40
Calles nuevas que conocí: 84
Nuevos amigos: 5
Personas a las que quiero matar: 1
sábado, noviembre 11, 2006
Una Bolocco para el mundo
Está bien que en mi condición de Bolocco pocos se atrevan a inivitarme a salir. Yo, que lo único que busco es la paz mundial, empecé una pequeña campaña de ayudar a otros Boloccos que andan dando vueltas por la ciudad, sin nadie que los invite y ahí entré yo, a invitar a un huacho al cine...
Pero claro, la Ley de Murphy es siniestra, y el huacho me lanzó un NO argumentando que el calor de Stgo lo tenía lo suficientemente aturdido como para acompañarme al centro a hacer negocios.
Así que partí sola, yo, mi libro y mi cartera. Mi tour empezó en el Metro cuando un vejete me ofreció ser promotora de Casapiedra... como quize ser un poco más diplomática y no decirle que me tincaba que me iba a engrupir, darme un par de somníferos y sacarme unas fotos en pelota, le contesté que gracias, pero que soy periodista (omití la parte cesante) y el vejete fresco me felicitó, no sólo por ser muy bonita, sino además por ser "muy inteligente". Lamentablemente, justo llegamos a la estación, porque hubiese entrado a explicarle que periodismo no es una de las carreras que requiera más neuronas por centrímetro cuadrado, sino que al contrario, pura simpatía... y que si le hubiese contado que soy ingeniera molecular, ahí sí que merezco sus aplausos.
Después de hacer mis negocios, partí a la iglesia que está en Santo Domingo a pedirle a todos los santos que me manden un trabajo decente, con contrato y bien remunerado, y que a cambio soy capaz de cualquier cosa, incluso de partir caminando a la Virgen de lo Vásquez para el 8 de diciembre. Fui a ver la exposición de la Nury González a la Sala Gasco y finalmente llegué al Museo Histórico Nacional.
Primera vez que iba para allá y es como un poquito fome. Al menos la señora que atendía me vio con cara de estudiante y me cobró la mitad. Esto de tener cara de adolescente es un ljo. Menos mal que justo un curso comenzaba con el guía y me encaleté en su recorrido, me hice amiga del guardia que me contó la historia del perro de Alessandri, que se murió según el mito urbano porque Alessandri antes de comer siempre le daba de probar al perro y una vez le dió al Gran Danés... y se fue cortado!
Ya encima de la hora, partí rajada al Hoyts porque quería ver El diablo se viste de Prada... sólo que llegué 20 minutos más tarde. Sin mucho que hacer, compré un ticket full descontado gracias a la promo de Movistar y me senté a ver Transamérica, sola, mientras 4 asientos a mi derecha una pareja de pololos se daban besos como locos y yo me pregunto por qué hay gente que paga por ir al cine a darse besos, si pueden dárselos gratis en la plaza. Sin contar que el par de viejas de atrás eran capaces de traducir todas las partes en que la Bree hablaba en francés, que eran re pocas, pero por la cresta, tampoco puedo entender que haya gente que va al cine a conversar!!!
Al salir del cine, nuevamente sola, decidí que me iría caminando a mi casa... pero el sol me daba en la cara, y pensé en las arrugas así que mejor tomé el metro, y me quedé justo al lado de unas locas que se querían mucho y se daban besos en un vagón lleno de gente.
miércoles, noviembre 08, 2006
Las 100 cosas que más me gustan
- Las lentejas
- Cantar en el auto
- Mirarme al espejo
- Mirarme al espejo y decir: puta que soy rica!
- Tener el Síndrome Bolocco
- Las pantrucas
- Leer antes de dormir
- Andar en micro
- Tomar sol a la sombra
- Tirarme piqueros
- Decirle al papá cada vez que lo veo "¿Me echaste de menos?"
- Que el papá me responda "Ufff, hoy no pude trabajar porque te echaba de menos"
- Que me den la mano como si tuviera 5 años
- Hablar con mis hermanas
- Cantar canciones de iglesia mientras lavo los platos
- Manejar
- Ir a matrimonios
- Bailar toda la noche
- Recibir llamadas de madrugada porque sólo se acordaron de mi
- Trabajar
- El olor a la bencina
- Y al neoprén
- Cambiarle el nombre a las personas
- El helado de merengue con lúcuma
- Las carteras
- Los zapatos
- Comprar regalos
- Encontrarme con gente simpática
- Cortarme el pelo
- El pan de pascua y un vaso de leche en verano
- Abrir regalos
- Mil millones de llamadas para mi cumpleaños
- Caminar con el niño que me gusta
- El vodka con red bull
- Reirme mucho
- Hacer reir
- Que me pasen cosas que a nadie más le suceden
- Estar en el semáforo y pinchar con el huacho del auto de al lado
- Los calcetines de colores
- No saber nada de fútbol
- Las tortas del Mozart
- Gmail
- Los almuerzos de sábado y domingo en mi casa
- Después de haber llorado mucho, reirme de ser tan gil de llorar tanto
- Contestar "ser famosa" cuando me preguntan qué quiero hacer con mi vida
- Tener puros pijamas lindos
- Ver tele
- Sentarme en el suelo
- Que mi abuelita me cocine riñones
- Y que el abuelito me hable en italiano y yo no entender nada
- Maquillarme los ojos
- Que la Gualeta suba a conversar conmigo a mi pieza
- Decir que tengo déficit atencional
- A veces, hablar rápido
- Ver Sex & the City
- Caminar por el centro y vitrinear tonteras
- Comprarme esas tonteras
- Los higos secos
- Los asados
- Mi adicción al café después de almuerzo
- Que mis hermanas me digan Chuli o Chulinga
- Ir de picnic con mis amigas
- Comerme un chocolate gigante cuando tengo pena
- Tener dos mamás
- Encontrarme con gente y que me diga: Uf, que estai flaca!!!
- Los aviones
- Los aeropuertos
- La cerveza con jugo de limón
- Tener un diario de vida
- Cuando llamo a mis amigas y parten a socorrerme con urgencia
- Leer el diario
- Ver las noticias
- Columpiarme
- Usar pañuelos
- Mis aritos de perla
- El rosado
- Tener un blog
- Tener dos blogs más
- Cantar
- Pintarme las uñas
- Comprar ropa
- Hacer cosas pintorescas
- Reirme sola de las cosas que me pasan
- Los chistes del papá
- Las fotos
- Las hallullas
- Los lápices
- Dormir siesta
- Jurar de guata que canto increíble
- Contarle a todo el mundo que mi rucio no es natural
- Tener una letra linda y envidiada
- Que la única vez que fui al sicólogo, me dieran de alta por cuerda
- Que me dejen comments en el blog
- Jurar que con el té rojo, verde y blanco, adelgazo
- Tener una cita
- Cuando me ofrecen un caño decir "no gracias, no le hago a las drogas"
- Soñar que las cosas románticas de las películas, algún día me podrían pasar a mí
- "Like a prayer" de Madonna
- Las pataletas que me dan a veces
- Estar con insomnio, fiebre y tos, y tener ganas de escribir esta lista.
martes, noviembre 07, 2006
Sola
Me invitaron a un asado el domingo.
"Con pareja e hijos", dice la invitación.
No tengo ni uno ni lo otro.
Me imagino sola en una mesa.
Sin que nadie me hable!
miércoles, noviembre 01, 2006
De picnic con la Bolocco
Este feriado me fui de picnic con los de Algarrobo... si quieren saber lo que pasó, pinche acá, bueno, el asunto es que nos reunimos a una tarde de campo, con chalcitos, almohadas, té, mil tipos de galletas, así que ahí estaba en la entrada por Pedro de Valdivia con la Chica y la Baby cuando mi querida Valdivieso llega corriendo y me grita: ESTÁ THE REAL BOLOCCO!!!
Tensa, corrí como pude y vi a la The original Bolocco en su Mercedes gris, con el mocoso de Máximo en el asiento de atrás y su nanny de impecable delantal azul y blanco... morí, morí y morí con ver a mi ídola.
De verdad fue tanto, que Valdivieso me tuvo que dar agua para superar mi colapso mental. Ella, la que fue la primera que sufrío el Síndrome Bolocco, a la que la dejaban todos los findes sola, porque nadie la invitaba a salir, yo moría por acercarme y contarle cómo son mis días desde que sufro el SB, que los hombres se asustan con tanta belleza, que les da ataque surtido invitarme a salir y que temen por tanta personalidad que brilla desde adentro.
Por Dios, algunos sueñan con ver al Dalai Lama, por el Muro de los Lamentos o por Disney. Yo ya vi a la Bolocco!!!