viernes, agosto 31, 2007

Elvis mueve la pelvis

Debo decir en mi defensa que estoy enferma de prendida. Aunque el despertador sonó a las 6 am y quería tirar el celular lejos, ahora a las 8.30 am me prendí más que pasto seco. Me tomaría dos piscolas, me fumaría 8 cigarros, me conversaría con la Negra toda la mañana su estadía en Madrid y tipo mediodía iría a bailar regetón a Murano. Lo de la tarde, aún no lo he planeado.
Pero claro, son las 8.30 am y tengo que trabajar hasta las 6.30. Será como en 8 horas más? Hoy soy feliz y quiero carretear. Me imagino que puedo esperar.
Fui a Elvis on tour. El poder de una acreditación, como que si te cuelgas un cartón que dice Prensa, Producción, Soy Asaltante, Soy Estafador, da lo mismo. Te ven con credencial, de lo que sea, y se te abren las puertas. Y pasear de galería a cancha y de ahí a vip y a la sala de prensa y al camarín, si insistes, quizás un poco más. Es bacán, por lo menos para mí, que soy la persona menos poderosa del universo. O bueno, algunos podrán decir que tengo el poder de la seducción... saaaaaaaaaaaaaa.
Elvis es rico. Por más que estuve las últimas 48 horas bajando sus hit y tratando de aprendérmelos, la única canción que me encanta, la que amo, Supicius mind, la cantó y yo casi figuraba haciendole el baile del koala al guardia que me miraba con cara de señorita.usted.es.muy.loca. El show es la vida de Elvis, con dos imitadores a todo cachete, uno de la época flaca y el otro, para mi gusto el más mino y gordo, es el que canta las mejores canciones y se saca las bufandas y se las entrega a los fans. Yo había visto un concierto de Elvis en Hawai y esto era exactamente igual. Debo aclarar que yo lo vi por la tele, porque nunca tan vejete para haber alcanzado a ser the real fan de Elvis. Elvis es lo mejor. Elvis de verdad mueve la pelvis. Yo quiero un Elvis. Con traje blanco y pedrería y de verdad le secaría el sudor de la frente, porque es RICO. Además, después de haber analizado el baile de Elvis, puedo asegurar que en la prehistoria del regetón está el movimiento pélvico de HuachiElvis.
Lo otro que me tiene a 100 es que AMO el sol. Me encanta que los días esten enfermos de lindos, andar con menos ropa, que te de menos hambre, que uno empiece el proceso de enflaquecimiento automático. Amo estos días así que todo es tan rico. El sol es más celeste, el pan con mermelada engorda menos, uno se ve más rica y todos son felices.
También esta mañana me di cuenta que a pesar de tener 1.000 canciones en mi baby iPod... YO SIEMPRE ESCUCHO LAS MISMAS.
Mi ranking de canciones que canto y bailo en el metro, porque ya me da lo mismo y estoy en la campaña transmita.buena.vibra (Pitéate una polola va mejor que nunca y con muchas socias). Adoro escuchar Baby when you're gone de Bryan Adams. No tengo idea lo que significa y aunque diga "erís la guatona más fea del universo y te llamai Romi y vivís en Sto y tenís un blog" me daría lo mismo. Es filete. A mí me dan demasiadas ganas de bailarla. Eres de la Massiel es mi hit ochentero, me fascina y cada vez que la escucho me imagino cantando en Martes 13 animado por tío Javier y la Raca. Y aunque no tengo ni un peuco pa decirñe "eres, por la forma de ser conmigo lo que más quiero", me la puedo autocantar porque tiene ritmo y soy bacán y positiva. No me queda otra.
También escucho un par de The Killers, porque me dan demasiadas ganas de bailar. Y bailo. En el metro, en la micro o en la oficina, que por lo demás deben estar medios chatos, porque yo soy el dj oficial de la empresa y cuando no pongo nada escucho "ya poh Romi, la música". Zalo Reyes también es mi fascinación y el ramito de violetas, que me dan ganas de llorar. Lejos, Like a prayer de Madonna es una canción que me da taquicardia, porque la amo, debe ser la canción que más me gusta en la historia del universo entero. Voy por Candy de Iggy Pop y Bizarre Love Triangle de New Order.

martes, agosto 28, 2007

Pitéate una polola

  • Porque desde hace rato tenemos onda con locos que tienen polola.
  • Porque somos POs de locos que llevan años y años de feliz noviazgo.
  • Porque una incluso pincha con uno casi casado.
  • Porque como dice Garibaldi, el hombre pololo sabe más bueno.
  • Porque ya nos aburrimos de que nos llaman cuando la otra está en otro país, en el campo o la mandó a acostar.
  • Porque a veces no es tan entrete juntarse a piscolear a las 2 am después que la dejó miendo.
  • Porque aunque no somos patas negras, nos hacen sentir así.
  • Porque ya sabemos que todos los hombres son infieles.
  • Porque sabemos que les encanta nuestra libertad.
  • Porque a nosotras nos quitaron el pololo. Y sabemos que las pobres lo superarán.
  • Porque queremos invitarlos a un matri y que digan que sí.
  • Porque adoran que bailemos y tomemos all nigth long.
  • Porque sabemos que con esto no destruimos una familia.
  • Porque ellos van a mejorar la raza con nosotras.
  • Porque no nos resultó "Pololéate a un fome"

Nos aburrimos y armamos la campaña "Pitéate una polola".

lunes, agosto 27, 2007

Estas cosas me pasan sólo a mi

Hoy el metro fue una tortura, no sé por qué había demasiada gente y yo, como andaba con tiempo, y no quería morir aplastada, esperé 20 minutos para venirme más taquillera y con más espacio.
Cuando me subí, a mi lado se subió una pareja treintona, el un flacuchento y ella una mina enorme que debe llevar como 14 meses de embarazo, con una guata gigante, y como que los miré haciendo causa común, porque estábamos igual de aplastados.
Pasaron un par de estaciones y la mina le dice a su marido "me duele la guatita" y él le pregunta si tiene contracciones. Sí, le dice ella, mientras me imagino a la mujer pariendo al lado mío y yo apareciendo en LUN, dando mi experiencia y llamando a mi oficina para decir "llego un poco más tarde, mira que estoy atendiendo un parto". También pensé en el metro se paraba, nos quedábamos pegados por horas en el túnel y la mujer chillando. Y no aguante tanto para un lunes en la mañana.
Así que le subí el volumen al ipod.

viernes, agosto 24, 2007

¿Quién dijo que las rubias son tontas?

Volví a ser rubia. Y no por eso me puse tonta. Simplemente me aburrí y creo que es mucho más entretenido ser rucia y creerse Paris Hilton. Además, sin ser negra, era como la más oscurita de mi oficina llena de platinadas. Hay que ser rucia para estar acá, bromeamos. Y flacas. Al menos bronceada no, porque con lo fuerte que está el sol y lo pantruca que soy, el cáncer de piel me tendría bailando un regetón con San Pedro en este momento.
Según el papá, que es rubio, ser rucia es una especie de seguro de vida. Nadie atropella a una rucia, nos dice a cada rato. Ni aunque uno se ponga a hacer abdominales en plena Costanera Norte. Si te quedas en pana, todos intentarán ayudarte. Lo que sí me he dado cuenta es que desde que volví al rucio el sábado pasado, siempre que pido la pasada en el auto, todos me dejan pasar. También uno puede decir frases del estilo "señor, no me asalte que soy rubia" como mi amiga que mientras la cogoteaban le decía al malacatoso "no me asalte, mi marido es militar", como si el lanza se hubiera amedrentado con la frase del bronce. Y también puedo destacar el "rucia, querís bailar?" que es mucho mejor que el "negra, querís bailar?" o "gorda, querís bailar?".
Hace un par de semanas en un cumpleaños me encontré con una mina que no veía hace 9 años. Es negra y está mucho más mina que la vez que la dejé de ver en la graduación de cuarto medio. Siempre fue muy encantadora, así que apenas la vi como cerca, nos saludamos súper cariñosamente. Claro, después de 10 años, no es mucho el tema. Me contó que estaba casada con una dulzura que me dio diabetes. Me dijo que había visto a mis hermanas en las sociales de no sé qué revista, mientras me ponía su mejor cara de tonta y yo trataba de tomarme luego el ron, para salir arrancando de ahí. Cuando le pregunté por su familia, me dijo con más cara de tonta, y eso que tiene un pelo largo y NEGRO, qué por qué me acordaba de ellos y yo, es que gansa, no sé si te acordai que fuimos compañeras de curso por 13 años, cómo me voy a olvidar de tus papás y tu hermana. Es the real tonta esta mujer, pensé. Y me fui a saludar a otra gente.
Y por qué dicen que las rucias somos tontas?

miércoles, agosto 22, 2007

Mejor no hablemos de amor

Como decía aquella vieja canción ochentera, que recuerdo a lo lejos, no porque de lo vieja ya no tenga memoria, sino que en aquella época era una pequeña colegiala, mejor no hablemos de amor.
Debo decir que mi vida sentimental es desastroza. Quizás poco y nada he escrito acá de esto. Es tan, pero tan quemada y mala, que es enferma de entretenida. A mí me da mucha risa, al menos creo que si me la tomo con humor puedo disfrutar de mi soltería. De lo contrario, estaría llorando y con 25 kilos extras.
Yo era de esas minas que pololearon 7 años seguidos. Como 3 años en total con un pololo de colegio, al que pateaba todas las vacaciones, porque sabía que era más choriflei irse a la playa soltera. Después igual estuve unos meses sola y volví a pololear 2 años con un loco increíble, un pan de dios, tan, pero tan adorable, que mis hermanas aún después de 5 años lo llaman para los cumpleaños, yo a veces lo llamo, el a veces me llama y todavía mis amigas preguntan por él, porque es lejos el gallo más paleta, buena onda y simpaticón, y ahora que escribo esto, si es tan bacán no sé por qué no estoy pololeando con él... ahhh, ya me acuerdo! Después pololié 3 años con Satanás. Y sería.
Yo, sin ser Giselle Bundchen, como que tan mal no me va con los niños. Tampoco soy millonaria, así que tampoco se juntan conmigo por la plata. Yo creo que es porque soy enferma de simpática, dijo la modesta. No sé, pero igual hablo de corrido, como harto, tomo harto, bailo harto y la neuronas me hacen sinapsis, así que podría ser público objetivo de algún huacho. Por lo menos de los pungas de Kamazú, sí. La cosa es que no falta el huacho buena onda que me invita a un cita. En fin, lo que quiero aclarar es que a pesar del Síndrome Bolocco, igual algunos peucos se la juegan.
Lo triste es que a mí me da por echarle el ojo al que no me pesca, el que tiene polola, el que es gay, el cura o cualquier cosa que es incompatible conmigo. Hace como un mes y luego de una noche de sábado larguísima con mil eventos, terminamos en un cumpleaños que prometía. Yo figuraba con mi vodka tranquilein cuando miro al lado y estaba un huacho rico de todo, pero todo mi gusto. Y de verdad que el coqueteo era mutuo. Yo enferma de prendía le digo a la Mónica: oye, ese huacho está muy rico y ella: Romi, es casado. Jelouuuuuu, qué hace un casado con una piscola, solo y a las 5 am en un cumpleaños. Atroz, porque tenía full cara de soltero y era flaco, no los típicos casados guatones y con la silla de la guagua atrás en el auto. Obvio que yo igual seguí bailando y conversando con un guatón de Talca, que estaba pegado como lapa, dándome la hora con su banda de rock, mientras Mr. Casado me coqueteaba descaradamente. Jelou, yo tampoco pensaba en destruir una familia y lo miraba con cara de "huacho, anda a dormir que mañana tenís que cuidar la guagua". Doy firmado que le tenía que echar el ojo al único loco casado de un cumpleaños.
Otra de las cosas que me pasa es que soy como enferma de sociable. Entonces, si estoy en un lugar, me pongo a conversar con quien sea y claro, si voy como de invitada, igual trato de hacerme amiga de alguna niña, porque nunca tan sola. Y también igual es importante hacerse amiga de alguna mina porque en caso de emergencia le puedo preguntar "oye, tengo un perejil en el diente?" o algo así. O para no ir al baño sola. No sé. La cosa es que yo estoy feliz con mi nueva amiga y, de repente, me doy cuenta que el loco al que le eché el ojo, es el pololo de mi nueva amiga!!! Nada que hacerle. Tampoco voy a destruir pololeos de años. O de meses. O días. Mejor me dedico a cultivar mi nueva amistad. Quizás el pololo de mi nueva amigui tenga amigos PO. Quién sabe.
O cuando se tiene full onda con el que uno conoce hace 10 años y tiene una polola como de hace 15. Y, a pesar de que la atracción es inevitable, como que uno está cagado y juega a hacer que no pasa nada frente a este huacho, pero en el fondo, igual duele la guata. Pero tampoco uno quiere pololearse a este huacho y uno reza y le pide a Dios que jamás termine con su polola y que ojalá se case pronto. Porque es rico el coqueteo, pero debe ser una tortura algo más.
Y lejos, lo más clásico de todo, cuando te empieza a gustar el pinche después que se aburrió de llamarte, de invitarte a salir y de armar panoramas. Y cuando se dió la media vuelta, a uno le baja el amor. O por lo menos a mí. Si me ha pasado 10 veces, debe ser poco. Me acuerdo de un huacho muy mino, un poco mayor que yo, pero enfermo de inteligente, simpático, amoroso, medio feo, y un poco flaco, para mi gusto, pero con el que me llevaba la raja. Y más encima, me hacía barra en todas las cosas que yo hacía. Incluso me invitó a un matri y ha sido el matri en que mejor lo he pasado en mi vida. Yo igual en esa época pololeaba y este huacho, me llamaba tanto, me invitaba a salir (y a veces salía con él) y nos llevábamos tan bien, que le dije algo del estilo... "pucha, estoy pololeando y nada que ver que me llamís tanto"... CÓMO TAN TARADA!!! En esa época no tenía corrida una teja, debí tener todo el techo chueco, enferma de estúpida. Huachiricky era lo máximo, full PO, vivía solo, con una pega buena y enfermo de amoroso. Claro, después el pololo me patió y huachiriky se puso a pololear.
Soy brillante.

lunes, agosto 20, 2007

El día del níspero

Como la canción del comercial de Easy, que decía algo así como... cuándo tendré mi casa como la quiero?? y atrás sonaba el, el día del níspero.
Así es mi vida. Desde como hace 5 años que me urge el tema de la casa propia. Por mil razones, porque con créditos de 30 y 40 años, encuentro que es como mucho terminar de pagar el nidito de amor con la jubilación. Después, porque las casas por Dios que son caras. Y los departamentos igual. Tercero, porque me criaron con la lógica que arrendar es perder plata, así que tu obvio que tienes que hacerte propetiaria. Cuarto, porque para comprar un dpto hay que tener plata para el pié y como mi ahorro en ese item es casi de un millón anual, para tener un pié digno deberé vivir en mi casa los próximos 7 años. Osea, hasta los 34 años, lo que implica levantarse temprano los findes a hacer el aseo y jamás, pero jamás, pasar todo un día en pijama, cosa que, como nunca la he vivido, me parece que debe ser de lo más pintoresca. Quinto, porque a mi nunca me han contratado, porque mi sueldo es poco, y porque la plata no me alcanza, nunca podré optar a un crédito hipotecario, ni siquiera con Eurolatina. Y en ese caso optaré por rematar mis corneas, vender un riñón o dedicarme a ser vientre de alquiler para unos cincuentones. O quizás si, y pueda optar a una vivienda serviú de 3 metros cuadrados donde a los pies de mi casa está la cocina y si me doy vuelta en la cama, choque con la ducha.
Y va a sonar terriblemente frívolo. Pero yo adoro la ropa, y las joyas y los zapatos, las carteras me matan. Me encanta gastarme la plata en cosas que puedan meterse en una bolsa, o en una caja. Y me encanta pedir las cosas en papel de regalo. Por que esas cosas me dan placer y cuando uno está como en estado de shok pucha que es rico comprarse una pilchita y como que uno se llena de felicidad y de amor con uno mismo, y se ve tan regio y se encuentra tan estupendo, y obvio que jamás se deprime, porque se tiene la autoestima super controlada y alta, y no hay nada que te la destruya. Incluso estar soltero.
En fin. El asunto es que me pasé el finde con una prima, un año mayor que yo, pero que un mes más le entregan el dpto a todo cachete style que se compró. La escuchaba y me dolía la guata. Los mil y un papeleos que debía hacer. Los mil y un papeles que debía falsificar y trucar, porque a pesar de su pega enferma de buena y perpetua, no le aceptaban el crédito porque ganaba muy poca plata (y eso que es doble mio). Y así suma y sigue para tener que pagar por los próximos 30 años!!! A mí como que me bajó una depresión postparto bastante profunda. Una, porque esa tarde me había comprado un anillo enfermo de lindo y me empecé a cuestionar si una joyita era importante o no, o era mejor dejar esa plata para una futura manilla de puerta de clóset. Y después, porque igual es el colmo, cómo ganar tan poco para que jamás en la vida te den la oportunidad de querer optar a un crédito, y como que me salió una parte izquierdosa de mi. Porque claro, si me aplico, obvio que podría ahorrar full plata, pero también no podría salir a carretear nunca más en la vida, ni comprarme mil pilchitas regalonas, ni las joyas que soy adictas, ni las carteras choras y más encima no podría cambiar nunca el auto!!! O sea, me encierro los próximos 10 años a ahorrar y se me va la juventud, o me dedico a pasarlo bien.
Con toda esta depresión que comparto con mis amigas periodistas, de cómo tan pobres, cómo tan poco contratadas, cómo tan triste nuestras vidas, porque ni siquiera lo glamuroso de la pega alcanza a compensar el sobregiro en la cuenta corriente, y tampoco estoy hablando que me manden a reportear a Dubai y me pidió matrimonio un billonario petrolero que contrata a Paris Hilton para que me cante el cumpleaños feliz. Cero.
Así que con toda esta adicción a las compras, la nula posibilidad de autofinanciarme una vida digna y mi soltería extrema, le dije al papá que me quedaba viviendo con él para siempre. O hasta que me suban el sueldo. O me contraten.
O sea, el día del níspero.

miércoles, agosto 15, 2007

Mi primera vez en... Kamazú

Sí, fui a Kamazú. Pero mi noche empezó en Infest, con demasiada poca gente, porque aunque comenzaba a las 9 y yo llegué a esa hora para que me pasaran mis invitaciones vip, la gente no llegó. Yo, que otras veces había ido a Arena y con su calefacción a full y millones de personas, me creí joven y partí como si hubiese sido verano, pero esta vez me cagué de frío. Sin contar que nos requisaron el encendedor y no se podía fumar, una lata. Yo quería ver a Francisca Valenzuela, mi nueva gurú antihombres que canta versos al estilo Satanás volvió y cásate con ella en Las Vegas y ojalá se mueran. Según yo, canta demasiado bien y tiene, tal como dijo P, menos carne que un wantán, es que nadie se puede ver estupenda con una leggins y un abriguito corto, esa mujer debe estar desnutrida o algo así. O quizás, cantar y tocar el piano, hacen bajar calorías por millón. Terminamos de ver a Francisca, porque yo me sabía todas las canciones y habia hinchado todo el rato con eso y nos fuimos, aunque V moría por ver a Spinetta.
El plan era partir a taquillar al bar de moda. Eran como las 12 y P tenía hambre y nos llevó a comer as, aunque los as se comen a las 5 am y no pre carrete. No sé por qué a mi me bajó con ir a Kamazú, y estatábamos muy cerca e hinché y molesté tanto, que yo nunca había ido, a pesar de que los otros dos me miraban con cara de no.te.pierdes.nada, no sé por qué gané y llegamos.
Kamazú es como un galpón gigante que tiene al medio como una fuente de soda donde los curados se toman un té y comen churrazos, lo que encontré un demasiado buen negocio y digno de felicitaciones para la señora Kamazú. Pasando la fuente de soda, que está al lado de guardarropía (lo que asegura que las pilchas queden con olor a fritanga), hay un lado ochentero. El lugar estaba lleno. Demasiada gente. Había más guatas al aire que en el Carnaval de Río. Más pechugas intentando escaparse de poleritas que en desfile de la Carla Ochoa, muchísimos rucios mal teñidos, demasiado taco alto, demasiadas gordas que postularían Cirugía de Cuerpo y Alma y les sacarían la guata de delantal, y gente muy, pero muy fea. O sea, yo figuraba bailando al lado de la prima de la monga de Fantasilandia, y que claramente había tenido la noche libre de la mansión del terror. Y era tan, pero tan fea, y papiche, que yo quería sacarme una foto con ella, porque seguro que del espanto al verla, me paraba un futuro hipo.
Cuando P fue por unas copas y con V nos quedamos las dos solas, se nos acercaros dos huachos ricos. Yo no sabía si nos venían a cogotear o qué. Súper tiernos igual, nos sacaron a bailar, super amorosos, así que descubrí que soy PO de los flaites. Y del regetón, me siento una prehistórica. Yo que me creía la muerte porque me sabía lo que pasó pasó y pasame la botella, estaba absolutamente perdida con todos los nuevos hits que yo no había ni escuchado en pelea de perros. Necesito una actualización urgente.
Además, que yo que moría por encontrarme con farandulandia, y ya me veía bailando al lado de Pinilla, Coté López, la Adriana Barrientos, Rojo, Mecano y SQP en pleno, y juraba que después de esta noche tenía portada de LUN, pololo con pase millonario en algún equipo del eurofútbol y una amistad perpetua con Pamela Díaz, no pasó nada. Y aunque lo pasé increíble, bailé hasta que me dió puntada, me reí hasta quedar en coma y me sentí bastante huacha rica, no vuelvo.
Con una vez es suficiente.

jueves, agosto 09, 2007

Odio el invierno

Antes no me pasaba, pero ahora odio el invierno. No por el frío, sino por los kilos. Y la ropa que ver gorda hasta la más flaca y los chalecos de cuello alto que hacen que se te vea la media cara y una maxicabeza, y las parkas que son como cortas y se te arrancan las gualetas y claro, no te puedes poner esas largas hasta abajo de la rodilla, que están de lo más moda, porque si no tienes el metro 20 de piernas, te ves tan chica como un playmobil. Odio el invierno y esas ganas horrorosas de comer todo el día, del chocolatín con el café y las galletas, y las lentejas, y las sopaipillas que me gustan con mantequilla, y no paro de comer en todo el día, por más que camino todas las escaleras habidas y por haber, e intento piscolear con coca zero y ahora tomo vodka tónica y trato de fumar más para comer menos, no puedo, y es siniestro porque me siento gorda y siento que tengo una guata de delantan que casi sale arrancando de mis jeans, y estoy solo a unos meses de aparecer implorando acostada en mi cama por un cirugía que me corchetee el estómago, mientras dos hijos rechonchos y rosados, me miran con cara de pena por esta pobre guatona que no puede jugar con ellos. Mentira, puede ser que veo mucho Cirugía de Cuerpo y Alma.
Así que decidí cerrar la boca y dedicarme a ser Kate Moss. En una de esas una anorexia fulminante puede que me haga bien.

martes, agosto 07, 2007

Sorry, me voy a catar el bar de moda

Con mi amiga Sofía hoy vamos al bar de moda, así que decidí hacerme crítica de bares y fiestocas. Empiezo mañana con esta salida y continúo el lunes con mi recorrido por Viña este fin de semana. Creo que el próximo me voy al Colorado y podría hacer un recorrido de bares y nieve, o pisco sours o vodkas y nieve y termino con bares chilotes!

jueves, agosto 02, 2007

Ok

Sí, me freí en mi propio aceite. Tantas historias vividas y contadas, y cagué. Supongo era parte de la gracia de tener un fan club que incluye pinches, posibles pinches, ex pololos, ex pololas de ex pololos, pretendientes y muchas amigas y amigos, gente que conozco, gente que no conozco, gente que me conoce a mí y que yo no conozco, huachos que se tiran a la piscina y me invitan a salir y que, por supuesto, no conozco, los que me hacen declaraciones por mail, o niñas que me cuentan sus historias para solidarizar conmigo.
Supongo que debo pensar que es la fama o algo así, como me dijo alguien hoy, que comentaba las cosas que leía acá con sus amigos, porque en el fondo eran cosas que les pasaban a todos o el niño que me comentó que le imprimía el blog para que lo leyera su mamá, osea, ya me siento un gurú social, ultra taquillera (la palabra que más me gusta usar últimamente), un nuevo estilo de mujer, el prototipo de mujer.profesional.joven del siglo 21, la nueva mujer chilena, un ícono del periodismo, la nueva revelación farandulera, la reina del regetón, la loca más prendida de la fiestoca, la que baila toda la noche, la del hígado atómico que aguanta 9 piscolas, la flaitonga más flaite y por supuesto, la más estupenda de todas.
Debo confesar que es una lata cuando digo cosas del tipo, oye!!! me voy a Chiloé a pasar el 18 y me dicen: si sé, lo leí en tu blog y toda mi emoción se fue al suelo. O cuando se prenden las ventanas de msn y me preguntan qué me pasó y por qué escribí tal cosa. O si estoy en el bar con mis amigas piden detalles de lo escrito. También me hago la interesante cuando me preguntan si conozco a tal chiquillo que me declara amor eterno en los comments y yo juro de guata que no sé quién es Gianluca, el italiano perdidamente enamorado de mí y que, horror, ya debe haber muerto porque hace siglos que no lo veo por acá. O encontro un blog mejor. También me gusta que mi papá chochee con esto y se lo comente a todos, porque debe creer que soy la página más leída de Chile y yo le digo, Gringo, no le pongas color y me da mucha vergüenza que lea las tonteras que escribo.
Supongo que perdí la esperanza anoche y la volví a encontrar esta mañana, mientras camino hacia mi oficina, que está al lado de una iglesia muy ABC1, y veo como hay gente, mucha gente, demasiada, que va a misa a diario a las 8 en punto. Y dije, tengo que escribir sobre esto! Y qué cosa más rara. No veía tanta gente en misa desde que en colegio nos obligaban a ir a la de los viernes en la mañana. Es que es muy raro. Todos los días me encuentro con los mismos, muchos papás arriba de monstruosas 4 x 4, y señoras de pantalón y mocasín que ya son mis amigas de tanto que nos vemos. Y lo peor es que estoy enfermamente metida de cómo son esas misas. ¿Rifarán autos? ¿Aritos de perla? ¿Vacaciones en Hawai?
Me imagino que si la cata de vinos que tengo hoy no me deja muy dañada, me levanto más temprano y a las 8 estoy en misa. Lo prometo.

miércoles, agosto 01, 2007

Se cierra momentáneamente

Debido a que este blog está jugando en contra de la vida amorosa de la autora.