domingo, septiembre 30, 2007

Mastercard tenía razón

Ver la cara de tu ex pololo...
No tiene precio.

Supongamos que estábamos invitados al mismo cumpleaños. Y supongamos que me averigüé que no fue, no estaba y que no iría. Supongamos que yo iba llegando tipo 2 am para evitar cualquier encontrón. Imaginemos que voy a estacionarme y lo veo bajándose de un auto. Pensemos que yo estaba con un cigarro en la mano, el celular en la otra y buscando el lipgloss en la cartera. Y soñemos que nos quedamos 5 segundos mirándonos. De frente. Fijo. Sin sonrisas. Sin nada. Y al sexto pisé el acelerador a fondo. Y salí arrancando. Como si fuera la Fórmula 1. Y cuando por fin detuve el auto, pensé: soldado que arranca, sirve para otra batalla. Y me fui a bailar con unas amigas.

martes, septiembre 25, 2007

Y usted, cómo llama a su enemiga?

Es fácil cuando estoy con las amigas hablar pestes de las locas con quienes rivalizamos. La polola de... puede ser la perra, o si ya la tenemos más identificadas puede ser la salmón, por su indiscutida cara de pescado frito y que es digna de Animal Planet para que le hagan un documental, o la huasa si es que vive en el sur, o la vendedora de mall, si además de fea es cuma. Ah, pero esa también puede ser denominada como Fonasa. Si estamos en un eventillo y las minas son muy re feas, comentamos que hay una convención de guarenes. O esa es más fea que un burro comiendo limones. Y claro, si también hay una mina que, además de ser estupenda y muy simpática, la sentencia es que obvio que tiene fea letra. Nunca tan perfecta. También está la que tiene ojos de piure, la que es más cuadrada que califont y la del mal del tordo, como dice mi papá, porque tienen las patas flacas y el poto gordo.
Y usted, cómo llama a su enemiga?
Actualización:
"Es una rota, no hay nada peor que darle poder a un roto"

lunes, septiembre 24, 2007

De terremotos, perros muertos, vips y compras en el Líder

Como nuestro paseo por Ancud tuvo poco de fonda, cueca, choripán y empanadas, decidimos terminar el 18 chico en la Semana de la Chilenidad, ya que ir a tomarse un pisco sour a El Colorado y la bajada de antorchas, no era una buena si íbamos a salir con la rica de la Agu.
A las 5 de la tarde estábamos la Conzue, la Maca, Agustinita María y yo en la Semana de la Chilenidad. Obvio que Agu alusinaba full con los animalitos y los volantines y los aviones, mientras la Conzue y yo le explicábamos que seguramente en uno de esos aviones iba un PO, porque ahora se nos ocurrió que probablemente en Tobalaba está lleno de esos.
Mientras la Agu y la Maca se divertían con la granja educativa, nosotras nos dedicámos a fumar relegadas al abismo de los fumadores, cerca de los huasos minocos de rodeo, que aunque un pasados de edad estaban harto huachos. ¿Quién dijo terremoto? Y ahí partimos.
Yo nunca había probado el terremoto, que por lo demás es una mezcla pintoresca, simpática, no muy rica, o esta no estaba muy rica, pero que prende más que pasto seco. Dos litros después, era de noche, la Agu tenía sueño, yo pasé las llaves y aunque recién eran las 8 pm, ya estábamos pensando en qué terminaría la noche.
Si esto fuera una película, la siguiente escena sería en el dpto de la conzue, dos cervezas, buscando un par de pilchas, una manito de gato y pensando en cuál de las dos manejaría. Corte. Y ya estábamos en el Catedral. Fuimos a un cumpleaños con poca gente, pero simpática, suponiendo que había una cumpleañera, 5 invitados y una colada, que en este caso, sería yo. Muy poca convocatoria, así que me sentí muy bien con ir, porque nada que ver no vaya nadie a tu cumpleaños. Claro que éramos las más chicas y las más pobres en un círculo lleno de abogados en la proporción: un matrimonio, una separada, dos solteras, un PO poco atractivo, la Conzue y yo. Yo no sé en qué parte de la noche nos dimos cuenta que los pisco sours eran super caros y, claro, estábamos full prendidas y a mi amiga se le ocurrió decir que yo me sentía mal, mientras yo arrancaba y nos juntábamos a la salida. Ese era el plan. Claro, a mi me daba vergüenza y la risa era como mucha. Pero qué me han dicho. Allá vamos.
Corte y estámos en el auto. Son como la 1 y entramos en la parte de la noche de "Si bebe, pase el celular". Creo que esa debería ser la próxima campaña. Es demasiado buena. Hasta la deberían decir los Carabineros y la intendencia y todas esas instituciones que ayudan a las mujeres. Un par de llamados y vamos a un cumpleaños. Llegamos y hay poca gente, un vodka y nos quedamos conversando un rato. Corte y partimos a Las Urracas.
Yo jamás había estado ahí. Es como es del estilo de futbolistas y esas cosas. No sé, pero llegamos y dos minutos intentanto llamar a nuestro amigui y el guardia nos deja pasar. Dos minutos más tarde y nos hacen pasar al vip y yo, ya me siento parte de SQP y que en cualquier minuto llega Giovanni Ananías y toda esa tropa de minas y casi me siento que estoy en el antro de farandulandia y dónde está la cámara. Con la Conzue y amigui bailamos demasiado y tomamos coca zero, mientras nos dedicamos a pelar a la putaza que está con el futbolista casado. Miro al otro lado y horror, veo a un loco que podría ser mi papá bailando con quien podría ser una nana bien enchulada bajo una polera de guerillera verde oliva. Es raro el ambiente de los vips, yo que jamás paso por eso, onda de saludar a todo el mundo, que en vez de apretujarte por una piscola, viene alguien amablemente a ofrecértela y te la traen felices de la vida, y puedes mirar hacia abajo y ver como bailan todos, pero aparte de bailar menos apretada y ver gente con cara de famosillos y harta putaza, no es una maravilla.
Yo ya siento que llevo 12 horas de carrete non stop y ya me pongo mal genio y me quiero ir. Apretamos chala como a las 4 y media y partimos por un churrasco. Lejos el churrasco más lento que he pedido y nosotras estábamos que cortabamos las huinchas, mientras que la Conzue le decía todo el rato a mina que no se quería enojar y de repente pensábamos que sería entrete partir a Viña, y yo le decía que fuéramos al casino a jugar, que demás que alcanzábamos y después como que entraba en trance y casi me ponía a llorar porque me caía de hambre y de sueño.
Yo creo que debería ganarme un premio, pero antes de llegar a mi casa esta mañana me acordé que estaba abierto el Líder y que me quería comprar unas pilchitas. Así que puse cara de digna, de me.levanto.temprano.los.domigos y terminé con una botella de agua mineral, tres poleras y una cartera, la compra ideal para ir a dormir.

miércoles, septiembre 19, 2007

Ricooooooooooooooooooooo!!!!







Podría empezar por el final. Cuando descubrimos que a la Conzue no le quitaron el tiptop que tenía en la cartera al irnos a Puerto Montt. Así que pendejas, jugamos a que no nos quitaran a la vuelta y nos disfrazamos de guerrilleras, de Bin Laden y sacamos el arma blanca y nos sacamos mil fotos jugando a los secuestrados en el avión, mientras nos escondíamos de las azafatas y juramos de guata que esta foto vale millones si la enviamos a Piñera y a la Dirección General de Aeronáutica.
También podría contar que con la Conzue soñábamos con un curanto en Angelmó a las 10 de la mañana y sólo nos alcanzó para un churrazco en el aeropuerto, jugando a Paris Hilton porque no teníamos hojas blancas y tuvimos que imprimir los pasajes en rosado.
O quizás por el principio. Cuando tuvimos que pagar sobrepeso porque nuestras maletas pesaban mucho por tanto regalo, tanta comida y sobre todo, tanta botella de pisco, vodka, berries y vino, que llevábamos como si fuera acabo de mundo esa isla.
Pero en realidad partimos cagadas de la risa con la Maca, con la Conzuelo que pedía a gritos agua, después de una caña infernal. Nos costó llegar a Ancud, porque del aeropuerto al terminal y de ahi un bus, con el paso por el tranfer y estas dos locas, que no tenían recuerdos de haber ido, con mil fotos, mirando el mar y con un dolor de oídos terrible por un viento siniestro. El sol estaba espectacular, el aire demasiado limpio y un día precioso que nos recibió en Chiloé, después de que habían pasado 10 días de diluvio universal.
La Carola y Jose nos recibieron felices. A estas tres locas que veníamos más cargadas que ekeko y con hiperventilación aguda. Si ya habíamos pasado cerca de 6 horas juntas y creíamos que los siguientes 4 días nos iban a quitar las ganas de hablar, creo que fue una ilusión. Hablamos 5 días de corrido, 4 mujeres a las que no les paraba la lengua, ni las tallas, con el oído afinadísimo a tanto chiste y tanto pelambre, y tantas historias de hombres y de PO en Santiago, mientras intentábamos explicarle a nuestros amigos lo que es pelo lais y pokemón, mientras que yo me ponía de modelo para lo último.
Y comimos hasta reventar entre salmón, cancato, empanadas caseras y asados. Picoteo en la noche con pisco sour y mil cigarros. Conocimos gente nueva, demasiado simpática, que se extrañaba que este trío de santiaguinas que hablan demasiado rápido, mientras nosotras les explicábamos que si miraban un poco más abajo de nuestras cabezas podrían leer los subtítulos. Nos asustamos con el PO chilote que es realmente feo, porque todos los arquitectos artishtas y PO santiaguinos que se dedican a reconstruir iglesias en la isla, se habían ido a... Santiago. Fuimos a bailar a la mejor discotec de Ancud, donde habían 8 parejas y nos dedicamos a bailar como santiaguinas desenfrenadas un regetón amorfo que tenía mezcla de sound, mientras nos sacamos fotos con la pelota de vidrio como un recuerdo de los que no existen después de que se le cayó en la cabeza una de esas cosas a una mina en Murano. Descubrimos que los chilotes no sacan a bailar, sino que te miran desde un costado de la barra. Y el máximo acercamiento es pedirle un cigarro al único hombre que nos acompañaba.
Fuimos a Dalcahue y Castro, caminamos bajo la lluvia. Miramos los mil tipos de verde de los paisajes y los atardeceres más lindos, con azules y fucsias. Compramos bufandas chilotas y corrimos como cabras chicas por un prado verdísimo que daba al mar. Nos contaron que la gente de Santiago se pone lenta con tanto oxígeno, mientras nosotras seguíamos hiperventiladas con los pulmones aún llenos de smog. Nos sacamos 400 fotos, inútiles, divertidas y que probablemente nos parezcan chistosas sólo a nosotras y, cuando se las mostré a la mamá, se murió de lata. Me salieron calugas de tanto reirme y descubrí que hay alguien en el mundo que hable más que yo, que la Conzuelo es una metralleta y que a su lado, yo parezco una muda.
Jugamos al albergue de las mujeres tristes, mientras la Carola, con su paciencia de sicóloga y tan de re buena amiga, nos escuchaba los dramas. Y me di cuenta que la pena no es pena, quizás rabia, y es hora de dar vuelta la página en serio. Y que quizás es tiempo de parar un poco y bajar las revoluciones. Y nos leyó el tarot de las diosas a cada una, con su cariño infinito mientras comíamos sanhne nuss a las 3 de la mañana, y yo estaba feliz porque necesitaba sus palabras en vivo y en directo, tan sabias como siempre, después de casi un año sin verla.
Y a pesar de que fue un 18 distinto, llegué más la raja que nunca, demasiado feliz, con las pilas más cargadas y con demasiada energía. Y tan prendida como siempre.
Nunca me he atrevido a poner a una foto. Pero como estoy re feliz esta vez voy por una de las tres.

jueves, septiembre 13, 2007

Los ángeles de Charlie: Misión Chiloé

Nos vamos. A las 2 pm del sábado estaré con la Maca y la Conzue en un avión rumbo a Puerto Montt. Sabemos que de ahí un bus a Ancud. Y reencontrarme con mi querida amiga que no veo hace más de un año.
Supongo que nos tomaremos todo el arsenal de copete que llevamos de la capital. Y nos fumaremos todos los puchos habidos y por haber, mientras nos conversamos tantas cosas. Como es sicóloga, con la Conzue queremos que la Carola nos haga, de una vez por todas, todos esos test de doble personalidad y fallas síquicas que se niega a hacernos porque somos sus amigas. Y nos conoce demasiado. Y yo quiero que me confirme que el mundo es el que está loco y yo la más cuerda. Sí caleta.
También vamos a jugar al albergue de las mujeres tristes y una a una contaremos todos los dramas amorosos, sólo para que ella nos diga que la Rafaella Carrá tiene razón. Y hay que viajar al sur. Yo ya tengo listo mi disco de Zalo Reyes para que sea la banda sonora y puedo jurar que el marido de la Carola, al que no conocemos, nos odiará por chillonas. Y que no tolerará a estas santiaguinas locas como del peral, por lo que tenemos harto miedo a que seamos eliminadas por convivencia después del primer día.
Y las actividades? Sabemos que un amigo de marido se quedará con nosotras un par de noches, por lo que estamos rifando quién dormirá con él en el par de camas que tenemos asignadas. Huele a PO. A lo lejos. Y como este es un tema de antigüedad, la Conzue va ganando. Y también que estamos invitadísimas a un asado al palo el domingo. Aunque yo muero por comerme un plato de erizos. Así que pelearé por una visita al mercado.
Así que estamos tensas esperando este 18 lejos.
Y paso el dato, mi querido amigo Lalo de la Portales puso fonda en el Parque O'Higgins con otros amigos de la universidad. Se llama Mis buenos Kiltros y es la única fonda donde la música la pone el iPod. Va a estar del uno. Para que vayan. Asegura POs.

miércoles, septiembre 12, 2007

Poniéndole color

Después de haber pasado lunes y martes más deprimida que la cresta porque siento que soy más fea que el demonio y más mala que el natre, me han pasado demasiadas cosas choris. Lunes en la noche figuraba yo con depresión post parto porque me había cortado el pelo al estilo pokemón del diario de eva y le agarré fobia a los espejos y a cualquier lugar donde pudiera reflejar mi cabeza que está casi para experimento nuclear, muy no todo, además que me dolía y me puse a ver la entrevista a los papás de la Madelaine y yo no podía más de la pena, cuando de pronto suena un mensaje al celular.

Era larguísimo. El mensaje. De la onda, qué tonteras estás escribiendo si muchas niñas les encantaría ser como tu y con firma de huacho rico, y yo casi con emoción, causando preocupación en el mundo por mis raros y malos peinados nuevos. Así que pensé igual bacán por mí, porque hay gente que encuentra que soy total, aunque tenga un mal corte de pelo.

La mañana siguiente veo mi mail y un par de mensajes, de nuevo, dándome ánimos por mi mal corte, que el pelo crece, que acá y que allá. Y de verdad sentí la solidaridad de la mujer chilena, que a estas alturas de la vida deben ser las únicas que aprecian y entienden el dolor que provoca una mala desición capilar. Qué decir de las ventanas de msn dandome apoyo moral y yo, casi me juraba en una seudo teletón de ánimo y añuñús para que no me diera un shok nervioso. Incluso una amiga paleta, oliendo mi depresión, me dijo que no le pusiera color, que me autosacara una foto con el celular y que se la mandara. Que ella iba a medir los daños y me avisaba. Lo intenté. De verdad que traté. Pero el celular se me fue en collera y... no pude guardar la foto.

Cuando me junté tipo 6 con la Conzue en el Alto para comprar un regalo, yo figuraba caminando por Zara con la cabeza mirando el suelo y con miedo, terror y pánico con sólo la idea de encontrarme con alguien. Veo a la Conzue, compramos los regalos, nos demoramos como 2 horas en elegir todo lo que llevaríamos a Chiloé y partimos por una Coca Light en el Mokka, el único lugar donde se puede fumar. En una pecera. Pero se puede fumar. Y mientras nos sentábamos a comentar nuestro viaje, le digo qué opina de mi nueva cabeza de pokemón. Y nada. Ella, que se imaginaba un mohicano, que pensaba que era realmente malo. Y que no nota la diferencia, mientras yo pienso que tengo una cabeza digna de la mansión siniestra y esta pobre mujer, está ciega.

En la noche fui a comer al nuevo dpto de la Gaby con 3 amigas más. Como soy la reina de la puntualidad, obvio que después de un llamado avisándome que todas ya estaban allá y media hora de retraso, llegué. El dpto realmente precioso, grande y lindo. Y casi me abren la puerta y ven mi cabeza, que a estas alturas me tiene con fobia a los ascensores y todo lo que huela a espejos varios, y las cuatro me dicen que estoy igual que siempre. Qué rabia. Como que yo igual necesito que alguien reafirme mi fealdad capilar, no puede ser que todo el mundo lo encuentre normal.

Y hoy, cuando ya aprendí a subirme al ascensor sin mirarme al espejo y casi puedo maquillarme con los ojos cerrados, voy saliendo de una reunión y me llama la Frani toda tierna. Me pregunta, preocupadísima, que cómo estoy. Y yo, acá, re bien, por qué y me dice que leyó el blog y se preocupó muchísimo.

Quizás en el fondo, le estoy poniendo un poco de color.

martes, septiembre 11, 2007

Porque los martes también son malos

Ayer después de la pega y con toda mi depresión de ser la niña más fea el mundo, partí a la peluquería. Es la peluquería donde me hago rucia, pero donde no me corto el pelo, pero se lo corta mi mamá que queda harto decente, pero es mamá y yo había visto que este loco cortaba el pelo lindo. Así que le dije, córtame el león que tengo el cabeza, pero porfa, déjame el mismo largo.
20 minutos después, yo no tenía pelo. Cuando atiné que en verdad me iba a ir peor de lo que había llegado, me dieron ganas de llorar. Mi discurso era: Hernán, cómo me cortaste el pelo tanto!!! y él, me decía que la imagen que yo tenía en mi cabeza no era la misma que se veía en la realidad (?), mientras me ponía a llorar y le explicaba que yo no tenía una imagen mental de parecerme a chubaca y la imagen que veían todos de Giselle Bundchen. Yo figuraba gritando, me tiritaba la pera, me dolía la cabeza y lloraba porque este tarado me había dejado con un estilo pokemón, a lo diario de Eva y para rematarla, me dejó una chasquilla siniestra que según él está de lo más moda y yo, con el grito en el cielo, porfa corta esta cuestión. Cuento corto: ahora tengo una chasquilla de un centímetro cuadrado.
Cuando llegué a mi casa, obvio que todas mis hermanas me dijeron que me veía demasiado horrible. Cosa que suelen decirme constantemente, así que poco y nada vale. O ya no me importa tanto. O ya había tenido un tan mal día que podrían haberme dicho que me habían inscrito para el concurso de dobles de María Marta Serra Lima y las hubiera abrazado por creer en mí. La mamá también me hizo un comentario del tipo me.gustaba.cuando... y partí a la cocina a comer una ensaladita. Mientras el papá toma coca zero, y esperando que me suba el ánimo como siempre, le digo: oye papá fui a la peluquería y no me dijiste nada!! Se da vuelta y me mira con cara de sicópata y me dice: te veís demasiado mal. Ya y como que el papá, que es daltónico, no cacha nada de minas, a pesar de que vive con cinco, me venga a decir eso ya era el colmo de mi día the thriller y sólo atiné a decir con cara de pena que los hombres lo único que hacían bien era mentirle a las mujeres y qué le costaba aplicarse conmigo.
Después cada vez que me lo encontraba me decía que cómo yo podía ser tan mujer para mis cosas y que no entendía por qué me tomaba las cosas tan a pecho.
Así que me fui a dormir y hoy martes un nuevo día.
Despertarme fue un parto y yo no quería por nada del mundo salir de la cama. Y menos mirarme al espejo. Y menos menos lavarme el pelo. Y menos menos menos tener qu peinarme. Al final no todo fue tan traumático, me veo menos fea que ayer y estoy segura que Dios hizo que me creciera el pelo en las 8 horas de sueño. Me vestí realmente fea, de rosado, pero fea. Y con zapatillas, así que pido a Dios no tener una reunión hoy. Y volví a mi rutina de Transantiago.
Y realmente lo peor vino a las 7.30 am con un vagón enfermo de apretado. Y un viejo verde al lado mío realmente asqueroso. Era un petaco chico, altamente cuma, con cara de degenerado en potencia y que tenía su cosa casi en mi rodilla. Obvio, como soy media pava que pensé que este viejo estaba así producto de las circunstancias de tanto choclón humano y empecé a escapar, mientras lo empujaba descaradamente y casi le pegaba. Y al lado mío había una niñita como de 14, con un uniforme, que de verdad tenía cara de terror y mi cara era de espanto. El acoso debe haber durado 40 segundos, que por lo demás era eterno, y apenas se abrieron las puertas del metro empujé al degenerado y me bajé con rabia, por no atinar a gritarle nada y con pena, porque igual nada que ver que te pasen estas cosas cuando uno ya es vieja y más pena me dió aún, no haber atinado a pescar a la cabra chica y haberla sacado de ahí.

lunes, septiembre 10, 2007

¿Se ha sentido usted fea?

Que atroz esos días en que uno se levanta y se encuentra demasiado horrorosa. Y ni el alisado iónico ni el maquillaje arreglan. Y esas pilchas que te pones y te hacen ver demasiado mina, ahora muestran absolutamente todo el rollo, y traslucen las gualetas, y estás con una guata tan re grande, que existen demasiadas posibilidades de que te den el asiento en el metro para embarazadas.
Para qué decir lo idiota que se está. Ni siquiera una polerita muy linda que me puse hoy y que todas en mi oficina alabaron, logró subirme el ánimo. De ahi un almuerzo de sushi al lado de cuatro pendejas pelolais, que si las hubiera puesto abrazándose, son más flacas que yo. Así que tipo 2 de la tarde no sólo me sentía fea, sino también guatona.
Después, me dio depresión porque hay muchas guatonas y feas (la condición que tengo hoy) que tienen un pinche y para cagarla más, si me voy de dancing, ningún huacho quiere bailar conmigo. Y hoy, como estoy tan deprimida y con lo monos, no voy a asumir que es porque me tienen miedo, porque tengo el síndrome Bolocco. Yo creo que es porque nadie quiere bailar con una gorda que rebota en la pista de baile. Y además, nadie puede tener 26 y la cara con espinillas. Una adolescente con arrugas, una mezcla bien fatal por lo demás.
Que atroz.

jueves, septiembre 06, 2007

Misión imposible

Siempre que estuve invitada a matrimonios, no eran míos. De amigos de, parentela de y todos los de del mundo. O el de mis primos treintones y de los que llevábamos años esperando. Pero ahora se empiezan a casar mis amigas!!!

Y aunque faltan seis meses para los eventillos y que son dos findes seguidos y en el campo, NO TENGO CON QUIEN IR!

Valor.

Por mientras planeo una despedida de soltera, porque no sé fama de parrandera tendré, pero me nombraron la organizadora oficial. Así que obligada a cranear qué hacer para no mostrar la hilacha.

Al menos tengo hasta marzo para hacer abdominales, ponerme rucia, bajar los kilos y buscar un huachorico que apañe con bailar toda la tarde.

Sino, secuestraré a alguien.

miércoles, septiembre 05, 2007

Fiesta Cariñositos Futbol Club


martes, septiembre 04, 2007

Mi vida es una campaña

Ni que fuera político. Pero estoy en época de campañas. Acá van las más importantes:
  1. Pitéate una polola. No puedo decir, oh la cagó la campaña exitosa. Nos va más o menos, tenemos hartas socias y lo pasamos bien. Nuestro fin: Ser portadas de LUN. Si Erna y su ravotril pueden, por qué no nosotras?
  2. Por un verano con bikini. He tenido muchos veranos con bikini. Pero me encantaría que este fuera digno. Jugar a ser la flaca bronceada y correr por la arena hasta llegar al agua. Y sentarme sin tener que poner el pareo para tapar el rollo. Tampoco soy liberen a Willi, pero hartos kilos menos me dejarían más contenta.
  3. Menos pilchas, más ahorro. Esta es una campaña personal. Porque mi jeep está a punto de abandonarme. Porque gasto demasiada plata en ropa, zapatos y joyas. Y porque ya es hora de cambiar el auto. Cada pilcha que no me compro, es un pedacito de un Swift.

Si todo resulta bien, para el verano me estaré piteando una polola más flaca y con auto nuevo.

domingo, septiembre 02, 2007

¿Cómo te queda el ojo?

"En este país hay muchos que presumen de ricos, pero ricos, lo que se dice ricos, somos muy pocos".
La frase no es mía, sino del papá del presidente del Banco Santander de España. Aún no tengo lo millones en mi cuenta corriente. Pero tengo la actitud. Y quizás la pinta. O al menos los gustos. Y me da lo mismo cuando se ríen cuando cuento que cuando grande seré millonaria. Yo juro de guata que sí.