miércoles, junio 08, 2005

El ambiguo msn (parte I)

Con el messenger nada se sabe, porque puedes estar toda una tarde (con la noche incluida) esperando que tu príncipe se conecte. Pero nada. Aparece esa milagrosa ventanita azul y no importa qué es lo que estás haciendo porque casi de manera innata, miras al costado inferior derecho suplicando algún dios que sea él. Pero no.Nuevamente el sonido casi celestial llama la atención (que hasta a veces interrumpe conversaciones rousseanas sobre la bondad del hombre en su estado natural) y el nick que aparece no se encuentra codificado en tu disco duro. Y es ahí cuando se abandona todo tipo de actividad. Clickeas encima con la esperanza de que sea él. Y el computador se demora. Y te late el corazón. Y te tiembla el cuerpo. Y te sudan las manos. Y dictas todo tipo de sacrilegios en contra de Microsoft por no crear computadores que no se fatiguen. Y cuando al fin se abre la ventana, no era él. Y odias de por vida a ese pobre ser humano que se le ocurrió cambiar de nick. Y piensas que no debe existir gente tan patética como uno. Pero decides esperar. Total, lo último que se pierde es la esperanza.