domingo, agosto 21, 2005

Un matrimonio en la punta del cerro

El matrimonio de la Paulina y Cristián estuvo de lujo. Literalmente en la punta del cerro San Cristóbal. De verdad, tanta escalera y tanta piedra me destrozaron los piececitos de niña que aún conservo, sobre todo porque las chalitas con las que andaba son de lo más incómodas que hay y nuevamente de tanto bailoteo, volví a peder las tapillas...

Al final me puse el peluche de abrigo de piel que me compré y me veía bien, pero OBESA!! Mal, pero bueno, eso lo supe mucho después, cuando vi las fotos que me saqué en la casa con la Pame, mi querida hermana Gualeta, que estuvo de cumple ese mismo día y a la que le cantaron Cumpleaños Feliz en medio de la fiesta.

Tengo que hacer demasiado hincapié en la buena mesa que nos tocó. La mayoría estaba compuesta por las hermanas Cargioli y sus novios. El otro, por la Karen y el Ale, más sus respectivas parejas. Por ejemplo Juanito, que lo encontré harto egocéntrico, pero bueno, con unas copas de más, cualquiera se puede poner yo yo. Y por lo menos, es bien simpaticón.

Otras cosas por comentar: el Benja diciéndole PAPI, al suegro. El quite que le hicieron las Cargioli al ramo. La Stefi y el Rod bailando en el escenario. El papá haciéndole ojitos a la cantante. Fco. Manuel y la Karen los mejores amigos. Mi reencuentro con Benito después de tantos años y su "pucha Romina que estai grande y bonita". Las orejas azules del cotillón y los rones con challa.

Entre tanta cosa, el matri estuvo de lo mejor.