viernes, agosto 05, 2005

La micro carretera

Esta semana ha estado de lo más extraña. Me atacó una amigdalitis que me tiene en la quemada, con un dolor que parece tortura y sin ganas de fumar, que está bueno, pero ni tanto. Me cago de frío un poco y con la estufa me empiezo a cocinar. Odio esa bipolaridad. Es como cuando estoy en la chimenea... el mismo efecto.

Y hoy tengo la despedida de soltera de la Pauli. Más tarde voy a pasar a comprar su regalo y unas cositas para comer. Se supone que dentro del programa está que el galán nocturno es Chayanne y algo así como Rambo, pero ese no lo tengo muy claro.

El año pasado fui a mi primera despedida de soltera (y esta es la segunda). Fue la de la Cathy, otra de mis primas. Yo sabía que había una previa en la casa de una de sus amigas y después nos pasaba a buscar la micro carretera, que hasta ese entonces, poco y nada conocía.

Bueno, ahí estábamos piscoleando de lo lindo, cuando nos dieron el aviso de que había llegado la locomoción colectiva. La micro, toda forrada en cebra, con luces moradas, parlantes y música sandunguera, nos esperaba afuera de la casa. Preparamos unos rones en botellas de coca cola de 3 litros y nos subimos como si fuera paseo a la playa en la universidad.

El animador de la micro, que ojo, no era el mismo que el chofer, nos dió la bienvenida con un brindis por la novia y puso una música muy chula fuertísima en la micro. La micro era de los más kitch, pero tenía demasiada onda. Filo, la cuestión es que empezó a bajar por Apoquindo, demasiado lento, mientras adentro quedaba la escoba. De verdad, habían niñas que se colgaban de los pasamanos como si fueran vedets, yo también lo intentaba, pero tengo poca motricidad...

Hasta ahí, todo era jolgorio y gritos. Entonces, el animador que era como de kermesse de colegio, empezó a cerrar las cortinas de la micro y todas con cara de duda de ocho metros. Entonces, atrás de la micro apareció... el preso que se escapó de la cárcel. Es lo que llamaríamos ahora el Violador de Reñaca. De verdad, era un petaco chico, de un metro 20, con un traje a rayas que se lo sacaran antes de que alcanzara a saludar al chofer. Lejos lo más chistoso que he visto en años. Yo creo que de verdad el vedeto tenía cara de lanza internacional, pero bueno.

Ya, en esta parte del recorrido de la micro, el griterío era demasiado. Un poco machucado, el preso se fue y ahí volvió el más divertido... Top Gun. El aviador, sueño erótico de cualquiera, venía con miedo al ver a las diez locas más tocadas de Santiago esa noche. El show de la micro era lo mejor, porque el loco se agarraba de cualquier fierro y era como deportista ruso arriba de las paralelas. Cualquier contorsión.

Ya, en esa parte, el ambiente ya no podía ser más distorsionado, así que hicimos la parada de rigor en Suecia, y horror, me encontré con Pancho de El Mercurio, haciendo un reportaje porque hace poco habían matado a un cabro ahí. Igual se paletió y su fotógrafo nos sacó una foto que temo que algún día sea publicada.

De regreso, invitamos a un carabinero a que se subiera a la micro y se negó. Insistimos, pero nada. Al final, subiendo por Apoquindo cada una iba tirada en un asiento mal.

Ese ha sido el mejor recorrido que he tenido.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Siempre he tenido algunas dudas respecto con la micro carretera.
¿Se puede llevar copete o te lo venden dentro de la micro?
¿Uno elige las paradas o vienen establecidas? ¿Cuáles son?
¿La micro es como uan micro? ¿O tiene más espacio, debido a que le sacron algunos asientos o algo así?

agosto 05, 2005 11:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

el año 2010 mis amigas me organizaron una despedida de solteras y contraron la micro carretera... nunca llegaron a la dirección acordada, tengan ojo porque nos cambio todo el panorama, son unos irresponsables

noviembre 05, 2015 9:33 a. m.  

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