lunes, marzo 13, 2006

Al Ministro con cariño

De los políticos, al que siempre adoré fue a Francisco Vidal. No sé, como que ponía la boca chueca, tenís un pelo bonito, es simpático, me encantaba.

Corría el 2004 y mi turno comenzaba a las 4 de la tarde. Yo siempre llegaba encima de la hora, así que como a las 3.55 me llamaron al celular para decirme que había una pauta, que el ministro Vidal iba a hablar a las 4 y que me tenía que ir rajada, que por mientras me pedían un taxi.

Me acuerdo que llegué y la editora me dió la dirección de la casa de Vidal y cuando le pregunté de qué onda y de que se trataba lo que iba a hablar, la Paula me respondió "van a pelar a la derecha". Lo mismo de siempre. Pesqué la grabadora y partí en el taxi.

En el auto, el taxista y yo íbamos tratando de averiguar dónde quedaba la casa, yo media nerviosona, jurando que iba a llegar al final de las cuñas y que no tenía con quién conseguirmela.

Llegué a la casa de Vidal y veo que va saliendo el canal 13. Qué horror. Camino un poco más y veo a Vidal sentado en su terraza de madera y con sillas blancas. Está hablando con TNV. Sólo con ellos. Me shoquié. Horror. ¡Vidal está hablando con cada uno de los medios!!! Y para más remate, después venía yo.

Creo que en esos 4 minutos de colapso nervioso traté de enchufarme en el tema. Pero iba para atrás todo el rato. Vidal estaba dando respuestas a un cosa que había dicho la Udi en la mañana y de lo que yo no tenía idea. Las manos me temblaban, quería dejar la grabadora y salir corriendo por el pasaje de Vidal, perder la memoria y olvidar el periodismo por siempre. Me quería morir.

Termina Vidal de hablar con los del 7 y la Deborah, su jefa de prensa le dice: Ministro, ella es Romina que viene de... Vidal se paró y me saludó. Me dice algo como si le pregunto al tiroy me ofrece un café.

Con Vidal estábamos de frente, parados en su terraza y yo le digo: "Ministro, NO SÉ que preguntarle". Osea, nadie en el mundo tiene al ministro, al vocero de Gobierno y no se le ocurre qué preguntarle.

Y él, viendo de mi cara de desesperanza, me agarra la cabeza y me da un beso en la frente!! yo caí rendida, me dice que no me preocupe y que la Deborah me va a ayudar.

Así que puse la grabadora y lo miraba como me respondía mientras la Deborah le hacía las preguntas detrás mío.

Me acuerdo que lo miraba con cara de estúpida, entre enamorada y avergonzada por el papelón periodístico que había tenido. Es que peor, yo no era una estudiante de periodismo. Ya estaba egresada.

Agarré a besos a Vidal y salí de su casa, resignada a tomar la micro cerca del Parque Intercomunal para llegar al centro a escribir mi nota. Iba saliendo con la cola entre las piernas cuando me encuentro con el chofer del radiotaxi, y el señor todo amable me dice: La vi tan perdida, que mejor la esperé.

Así que agarré el auto y me llevó de vuelta a la agencia.

Desde ese día que a Vidal lo adoro. Y al periodismo lo odio.


5 Comments:

Blogger tencuidadoconloquedeseas said...

Eres top Romina!

marzo 13, 2006 4:22 p. m.  
Blogger Pavivina said...

Sorry por no ponerte al tanto más ese día....pero saliste del paso y salvaste demasiadooo

marzo 17, 2006 11:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

NO sé cómo tus "amiguis" te avalan esa cagadita, pero igual, Vidal es rebuena onda y te salvó. tengo que decirte que yo tb soy periodista y medio despistado aveces, pero nunca taaaan desinformado, o sea corneta lo que te pasó. pero bueno.
Aps me queda la sensación de que tus amigas son un poco huecas por las respuestas que te ponen.. Pero bueno de todo hay en la viña del señor.

marzo 23, 2006 3:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

jajja, la mansa cag.....ta que casi te mandaste, jejejeje
En fin, debes tener el medio ángel guardaespalda, que de guardia ya lo deben haber ascendido, jejejejeje
Suerte!!!!!!
El Lillo

marzo 27, 2006 11:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una vez, ahí mismo donde tuviste que ir a escribir la nota, llegué desde un evento en la masonería que me habían pauteado y donde asistió la ahora senadora Soledad Alvear, cuando era ministra de Justicia (comprenderás que el tema sucedió hace tiempo). Yo era el único medio. Y cuando la señora procedió a retirarse, lo hizo em medio de un séquito de viejos que prácticamente la iban escoltando con cara de pescado y parsimonia hasta su auto. Al rato llegué a 'la agencia' y cuando me preguntaron como me había ido con la Alvear, fui honesto (demasiado) y les respondí: "me dio vergüenza hablarle". Y bueno, las bromas y burlas por el episodio las he recibido hasta estos días... Así que esto y lo que constaste son simplemente "gajes del oficio". (Una vez vi una historia de una señora muy antigua que se llamaba Marina de Navazal, que contaba que en su primera entrevista, fue el entrevistado quien le armó el tema y le indicó como debía redactarlo... y ella alcanzó a ser top del periodismo).

abril 03, 2006 11:08 a. m.  

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