sábado, febrero 04, 2006

Una mala madre

Estoy de vacaciones, son una especie de vacaciones-cesantes, del tipo cerraremos la oficina todo febrero, te quedaste sin pega, quizás puedas volver en marzo. Es medio raro, porque estoy de vacaciones, pero si me lo hubieran preguntado, preferiría mil veces más tener pega. Sin plata no hay vacaciones. Si soy cesante, tampoco.
Estos días me he dedicado a hacer las cosas que no he podido. Primero, levantarme tarde y ver matinales. Ver el SQP y encontrarme con un millón de argentinas siliquinosas que pelean por ser Miss algo. Si tuviera más personalidad me presentaría para el Team crema anti celulitis o el Team Xenical. Pero hasta el momento no me han llamado. También he dormido harta siesta y he comido harto. Y fui a dar una vuelta al centro.
También fui a jugar con la Solcito, una sobrinita de 7 meses exquisita. Si yo fuera la Vivi (mi prima y la mamá de la Sole) habría dejado mi pega y me habría dedicado a ser manager de la Solcito, es que es una guagua realmente linda. Esas lindas, de comercial de pañales. Si fuera por mí, la haría una Cristell y viviría de ella y me abanicaría con los billetes, pero como la guagua no es mía, no puedo no más.
Así que me pasé la mañana con la Solcito. Por Dios que dan pegas las guaguas! La verdad es que la Solcito tiene nana, así que mi preocupación no pasaba por ninguna tarea de la onda, dale comida, múdala o algo por el estilo. Yo sólo tenía que jugar y me ganó. Esas tres horas fueron como un intensivo de spinning, aeróbica, abdominales, pilates y aerobox. Y yo, lo único que quería era que se quedara conmigo tranquila, mientras yo leía un reportaje muy re bueno de la Paula.
Cuando me fui, me sentí una mala madre. O sea, ni siquiera puedo entretener a un niño ajeno, menos voy a poder educar a alguna criatura si la tengo. Es que las guaguas son demasiado cansadoras y absorbentes. Es que no podía estar ni un minuto sin chupar todo lo que pillaba. En fin, después de esa jornada con la Solcito, decidí que no voy a tener hijos. Demasiado trabajo y parece que yo soy muy floja.

4 Comments:

Blogger Nelson Alvarez said...

emmm la idea es que la guagua salga parecida a ti... así hay más incentivo para dedicarle tiempo, aparte que la puedes enseñar para que no huevee tanto. Yo cacho que tanto la madre como la hija se pueden acostumbrar... Al final debe ser un desafío entrete... aunque para más adelante.
Saludos!

febrero 04, 2006 11:41 p. m.  
Blogger tencuidadoconloquedeseas said...

Cada dia mas parecida a la Consuelo...si hasta el tema te persigue.
Yo creo que serias una excelente madre y de verdad te regocijas en tu imaginacion ser la cabrona del clan xx(tal vez Peralta)-Cargioli, y que tus niñitas, todas tus mini-me, sean yunta de sus primitas.
Las agarrarias a besos todo el rato, y le enseñarias muchos chistes, y claro desde chiquititas a hacer sus camas y bañarse solas.

febrero 05, 2006 6:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Creo que para criar a un hijo, justamente hay que ser el padre, jejejeje.
No es lo mismo ser tío, que visita, o el padre de la guagua en cuestión...
quizás como será cuando tenga mis propios...

febrero 06, 2006 10:54 a. m.  
Blogger galgata said...

"Me abanicaría con los billetes"... jajajajajaja.
En todo caso no te preocupes. Yo tenía CERO instinto maternal y no podía entender cómo la gente se daba vuelta a mirar a las guaguas hasta que tuve no mi primer sobrino, sino el tercero.. ahora babeo sobre ellos y no me importa que ellos a su vez babeen todo lo que hay.
Además, con la guagua tuya va a ser diferente!... en todo caso por algo dicen que los niños hay que tenerlos jóvenes: porque si no uno después no se la puede. Y de más po, si sobretodo luego en la adolesencia hasta uno se cansa de sí mismo jajaja...

febrero 10, 2006 6:53 p. m.  

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