Donde nos lleva la vida

La cagó. No pienso ser exitencialista, ni latera, ni pensar en las casualidades de la vida. Hoy tuve una reunión. Bien, entrete, me presentaron a los ejecutivos freak, yo callada sin nada que decir, tomando agua mineral y cachando para donde va la movida.

Salí e iba rumbo a la casa de una prima que se va a vivir a Costa Rica, así que obvio que me iba a despedir, desear dos millones de suerte, decirle que me pongo a juntar plata en el chanchito para que mis próximas vacaciones las paso allá, cuando me suena el teléfono, así que paro en la sombra, hablo unos minutos y sigo mi camino. Yo no sé por qué paré al contestar el teléfono, ni porque crucé por acá la calle y no por la otra, pero de repente miro y en un disco pare me encuentro con la K, una prima que adoro, pero vive en el norte por pega, así que veo tarde mal y nunca.

Huachaaaaaaaaa, le grité, en qué andai, vamos a ver a la V y en dos minutos estoy arriba de su camioneta, a las dos cuadras ya cachamos que pasábamos la tarde juntas y cuando llegamos donde la V, la vida arreglada.

Después de jugar con la Sol, de saltar con la guagua y tomarnos un juguito natural de melón, decidimos que lo mejor era ir a almorzar ¿tenís tiempo?, me dice la K y yo, obvio, si estoy de vacaciones... yupi! feliz, así que partimos al Parque Arauco.

18 cigarros después, estabámos sentadas en el Pasta e Basta, hablando de su sufrimiento, de lo rica y estupendas que somos, que no falta el tarado que te cambia por una fea, o por otra que habla 4 idioma, y que obvio que con eso no se puede competir, porque claro, uno se puede afear, pero cómo mierda se aprenden 3 idiomas en dos meses! ni que me enseñara el políglota de Viva el Lunes o algo así.

10 minutos después escucho mi nombre, y obvio, la Cony que me saluda, qué entrete encontrarse con gente tan simpaticona por Santiago esta temporada y que rico almorzar en una terraza a la sombra cuando el calor de la capital es casi siniestro y siento exquisito tener trabajo, ser feliz, ser demasiado rica, ser la cagá de simpaticona y bella y audaz, y la K me repite que nuestro problema es que somos muy regias y yo me río, y le digo que no sólo somos regias, sino demasiado sociables y que quizás ese es nuestro problema, y es como estar en la mejor escena de Sex & the city.

Terminamos con la pasta, y ohhh, nos encontramos con la C, otra prima! Qué felicidad, el mundo es enano, o el Parque Arauco, qué más tenemos que hacer hoy? Vamos a Zara, tenemos 45 minutos y partimos, porque hoy en El Mercurio apareció una página entera que está de liquidación, así que full lleno y los probadores con filas eternas, así que filo, figurábamos las dos próbándonos ropa en medio de la tienda, incluso yo probándome unos pantaloncitos negros lindos.lindos, así que pagamos rajadas y nos subimos a la camioneta.

Siguiente parada.

El tarot.