Demasiado bueno para ser verdad

Estoy en shock. Los primeros 11 días del año han sido demasiado buenos. Tanto, pero tanto, que temo, siento que en cualquier minuto esto se cae y nuevamente, vuelvo a mi realidad de sufriente por el mundo.

Mucho evento y mucho carrete. Mucha vida social. Muchas comidas ricas, mucha ropa linda, mucha gente simpaticona. Si hasta me encontré en un paradero a las 9 am con mi peluquero top, y tan mino, que se subió a mi misma micro y nos fuimos conversando las 10 cuadras que duraba nuestro recorrido en común. Eso me hizo el día. Morí de emoción, aunque sé que el pobre pérfido no recuerda mi nombre, pero sí de mi auto... hombre tenía que ser!!! Me comentó que está soltero, aunque debo interpretarlo como una señal porque él fue el que primero me preguntó si yo tenía pololo, lo único malo que vestido de no peluquero es un desastre, como que andaba con una combinación de rayas con lunares, creo que hasta me pareció un poco gay, pero no quiero ni pensar en eso y aún tengo la esperanza que me llame, porque la antepenúltima vez que fui a cortarme la shasquilla me pidió el teléfono para invitarme a salir... creo que ya llevo 2 meses esperando el llamado millonario.

De mi pega, ha sido un lujo. Todo muy simpaticón y ya no puede ser más divertido. En la agencia son dos socias (las dueñas) y yo, la única empleada. El lunes nos fuimos las tres de compras a Patronato y después me invitaron a almorzar sushi. En la tarde me hicieron una maratón de información sobre las más grandes casas de modas del mundo. Yo dele que dele tomándo apuntes, con lo que me gusta la ropa y los perfumes, lejos que no podía estar más en mi salsa. Y hoy me mandaron de regalo de una de las empresas, un brazaletito precioso (y muy caro), con una tarjetita para desearme suerte en mi nuevo trabajo. Qué más decir de la cantidad de helados que tengo a mi disposición todos los días, es como un all inclusive de helados con palito.

Ah! y paso el dato. Quiero ir a ver a Sin Banderas, quiero sufrir con "suelta mi mano ya por favor" y bailar "Sirena", así que encantada de la vida recibo tickets de descuento o alguien quien me quiera acompañar. Esta vez no pido invitación, yo compro mi propia entrada. Soy capaz de compartir mi 20% off de El Mercurio.