viernes, enero 12, 2007

La cita a ciegas

Estos últimos 5 días me han pasado dos cosas que me dejaron media turnia. Sé que soy de esas personas que pasa la mayor parte del día feliz, porque me siento feliz y tengo mil cosas por las que ponerme contenta. Cuando a veces ando en la etapa del me quiero puro matarme me pongo a reir de nuevo de ser tan gansa de estar sufriendo por tonteras. En conclusión, no ando con cara de amargada.
El martes llego a la oficina y mi jefa, feliz de la vida, me dice que me tiene la media cita, que la noche anterior estuvo en una comida con un italiano mino.mino, rico como él solo, solterísimo, simpaticón, bueno para la talla, de 36 y que le estuvo hablando de mi, que el pobre italiano ha tenido puras pololas que son un desastre y que yo era la mujer perfecta para él. Yo, mientras la escuchaba, pensaba con qué parada había ido a trabajar mi primera semana que ya me estaban buscando pololo, cuando la otra jefa me dice "se armó" y que la próxima semana me invita a comer a su casa para presentarme al italiano en cuestión. Andrea se llama. Qué amor, igual que el principito de Mónaco, así que estoy poco tensa, qué le voy a hablar a este italiano, que para más remate y juntando historias... es el hijo de mi profesora de italiano!!! Horror, hijo de la Rita y más encima no aprendí nada en sus clases, si lo único que retuve hasta hoy son los garabatos. Y, claramente, no puedo agarrar a chuchadas al italiano. Necesito con urgencia un cursillo express. Creo que voy a llamar a Benni...
Esta historia había quedado en el inconsciente de mis anécdotas cuando hoy una señora muy amorosienta que trabaja en el mismo lugar que yo me pregunta si tengo pololo. Y yo, obvio que no, y por qué, y yo, porque nadie me lo ha pedido... jajjajja. Y desde cuándo, insistía, y yo, desde abril, y tanto tiempo! se sorprendía ella, y yo en verdad no le iba a contar a la veterana que tengo el Síndrome Bolocco, y le dije que así es la vida y ella, a noooooo, yo te consigo, te mueres lo buena que soy para armar parejas, fíjate que yo tengo 4 hijos hombres, y conozco a muchos cabros, y siempre hacen cosas en mi casa y yo, ya mil gracias, se pasó, y empecé sutilmente a escapar cuando escucho un grito y mi nombre y un ruidito de agenda y lápiz, así que tuve que darle mis teléfonos.
Con horror y vergûenza espero que esta señora jamás en la vida me llame para invitarme a carretear a su casa.
Claramente, sería muy triste. A menos que alguna de mis amigas soltera quiera.
¿Quién se anota?

1 Comments:

Blogger Dani said...

yo te acompaño siempre y cuando sea antes del 28 y no el 26 jejejeje por la humorada digo yo ..para puro reirme jejejeje

besos

enero 14, 2007 6:25 p. m.  

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