miércoles, septiembre 21, 2005

Hay que demandar a Disney

Ayer me pasé la tarde hablando con la Maca de hombres, de lo que las mujeres queremos y lo difícil que es que entiendan nuestras peticiones. Comentábamos que las mujeres tenemos todo el derecho de soñar con el príncipe azul, el amor eterno, que llegue un huacho mino en caballo y se pegue una declaración de amor que nos deje turnias, que nos traiga flores, por último que te abra la puerta del auto. Pero cuando cuando llegamos al momento en que sutilmente exigimos el cuento de hadas... ¿qué nos responden? "Puta que hinchai!!", "Arruinai todos los momentos Kodak" o la última, a la altura de las circunstancias, "webiai más que Kenita Larraín".
Y... ¿qué culpa tiene uno? Cuando chicas nos sentaron frente a la tele a ver Disney. Y en esas películas todos los enamorados eran babosos, demasiado romanticones y hostigosos. Hasta el papá de Blancanieves estaba enceguecido con la yegua de la madrastra... por qué uno no puede llegar a eso? Justo cuando una encuentra a un tipo que tiene toda la pinta de ser lo que queremos, para mala suerte nuestra, es gay! Disney debió anticiparlo antes, por eso los príncipes usan patas apretadas!!!
Juntemos firmas y demandemos a Disney, si las viejas que fuman tanto pueden pedir 100 millones a las tabacaleras, yo puedo exigirle al Pato Donald que me de una indemnización por un millón de dólares por daños morales y perjuicios. Nadie me avisó que el príncipe azul es mentira. Las películas no venían con un autoadhesivo que decía "Ver muchas películas de estas puede causar instasfacción sentimental" o derechamente "Ojo!, el príncipe azul NO existe".
Me voy a buscar al abogado mafioso de la Geisha y le pediré ayuda. Voy a llamar a 800 Disney y les resfregaré todas sus mentiras al Ratón Mickey. La Maca y yo no podemos estar equivocadas, hay más mujeres como nosotras. Exigimos que se acaben las películas de amor y desde ahora contarán historias reales. Como a mi amiga que después de estar ocho meses cesante, encontró pega y el pololo en vez de felicitarla, la patió. O la otra pobre cabra sufrida, que le pidieron matrimonio y estaba lista para el casorio, cuando se dio cuenta que el fabuloso gerente de una empresa estatal ¡era casado! O como a una de mis amigas del alma que le dijeron en la cara que no la veían como amante, sino como amiga.
Tantas mujeres no podemos estar equivocadas!

12 Comments:

Blogger Pavivina said...

Totalmente de acuerdo y Gracias

septiembre 21, 2005 8:16 a. m.  
Blogger Pilar said...

Pero niña, deja de buscar uno azul, conformate con celestito agua... es lo que hay...

Saludos de primavera.-

septiembre 21, 2005 8:37 a. m.  
Blogger Departamento Compartido said...

La verdad te leo hace tiempo y con esto ultimo no puedo parar de reirme...
Incluso estoy totalmente de acuerdo con lo escrito y sere una de las firmas que te apoyen para poder demandar a Disney.
Incluso creo que deberias agregar algo más en tus alegatos. Demandalos porque tampoco existen las princesas de las peliculas; esas mujeres que podian pasar todo el dia en la casa limpiando y cocinando para hermanastras, madrastras y/o enanitos esperando a su principe; nop ahora las princesas quieren ser independientes, tener un trabajo y salir de shopping ....
Supongo que es por eso que tampoco existen los principes...

septiembre 21, 2005 9:24 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tuve que esperar un buen rato, antes de replicar, porque como siempre me haces reír de buena gana Romi. Sencillamente, eres genial.

A lo mejor no todos los príncipes son azules, pero venimos en distintos colores y empaques. Y que haya algunos que sean mentirosos, chuecos, incumplidores, falsarios, follones y corridos, no significa que otros no tratemos (no siempre con éxito, es cierto) de ser honrados, cumplidores, responsables, atentos, caballeros y cariñosos.

No te llegará un Brad Pitt a la casa manejando un Testarossa, con una joya de Harrods, pero podrá ser un tipo bonachón, gordito y extrañamente atractivo en un Volkswagen Vento. No mataremos dragones para salvar a la princesa, pero cada día enfrentaremos la hidra de siete cabezas del mundo competitivo, para darle lo que se merece a nuestra princesa soberana. No buscaremos el diamante Koo-i-noor en la India, sobre el lomo de un brioso potro blanco, pero de cuando en cuando, nos damos el tiempo de escoger las flores más bonitas y los mejores chocolates, solamente para llegar a la casa y recordarle que, aunque no sea una princesa de sangre real, sigue siendo nuestra soberana.

Y coincido con departamento compartido. Las películas de Disney también idealizaban a las princesas. Lo que pasa es que uno veía generalmente Rambo o GI Joe, o andaba en bicicleta cazando perdices por ahí, por eso no las compraba mucho.

En todo caso, si son mujeres buenas, se merecen que uno enfrente dragones, brujas, hechiceros y malandrines por ellas. Exíjanlo, están en su derecho. Y si uno no está dispuesto, es mejor dejar clara la naturaleza de la relación desde el principio, en vez de andar diciendo tonteras. Decir "te quiero" es más fácil que andar en bicicleta; probarlo, eso es lo encachado.

Y aunque no tengamos muy buena pinta, hay que preocuparse, al menos, de llegar hasta el balcón de la princesa con la armadura limpiecita, la espada reluciente y el caballo bañadito. Conquistar el mundo no es disculpa para ser un caballero andante cochino. Y sobre todo, de ser gentiles, corteses, delicados y consecuentes, de palabra y de obra.

Saludos.

PD: trato de ser caballero, procuro andar arreglado y cumplir mi palabra; y sólo para que conste, no soy gay, soy bien machito y las minas me gustan más que el pan. Y tampoco uso mallas apretadas.

septiembre 21, 2005 9:56 a. m.  
Blogger Pavivina said...

Lo siento, pero además de encontrarte razón debo reivindicar a leónidas, porque SÍ es así. De paso, saludos a mi papi y mi hermano que tienen esas características...

septiembre 21, 2005 9:56 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pavivina: gracias. Es bueno que reivindiques entre el bello sexo la perdida fe en el honor de los hombres honrados. Tú misma, con tu vida, has hecho que yo siempre mantenga mi fe en las incomensurables bellezas, elevados ideales, relevantes cualidades, grandes virtudes y nobles sentimientos, que pueden adornar a las mujeres buenas y, además, como tú, lindas.
Porque las mujeres también se pueden portar mal... Pero viendo a gente como Pavivina, uno recuerda que, la mayoría, no es así y, unas pocas, como ella, son sencillamente extraordinarias. Rompiste el molde, preciosa, así de simple.
Un beso.

septiembre 21, 2005 10:07 a. m.  
Blogger eduardobravo said...

Romina eso que tú dices casi como broma, yo lo he venido sosteniendo desde hace mucho tiempo.
Me da lata ponerme muy serio, pero es la cultura patriarcal la que provoca ese efecto.
Hay unas femeninistas de los años 60, ligadas al marxismo y de semiólogos creo que saussure, que lo hicieron fue invertir los cuentos de hadas para reivindicar sus derechos como mujeres.
te propongo que hagas una versión tuya del cuento de la cenicienta por ejemplo la versión feminista y te vas a dar cuenta de todos los códigos, y que han permitido tener a las mujeres en condición de sometidas durante la historia de occidente.
Oye si hasta les inventamos un dios hombre, y un primer hombre que de su costilla nace la mujer...¿es como mucho o no?
este es un buen tema para escribir en mi blog, thanks por la idea.

septiembre 21, 2005 1:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Amiga, y6a discutimos sobre este tema... pero no puedo dejar de escribir que te encuentro toda la razón. Lo que pasa es que en un comienzo todos se muestran como principes, porque están tratandod e conquistarla a una, pero una vez que lo logran... dejan escapar al "hombre" que son. El problema es que ellos creen que con conquistarte una vez está todo arreglado, y no es así, la relación debe ser cultivada y por eso ellos deberían sacar al principe cada cierto tiempo.
Pero debemos reconocer que tambien es tarea nuestra alentarlos a hacerlo así. Mi hombre no será un principe azul siempre, pero de vez en cuando se comporta como tal y con eso, me tiene feliz!
Cony

septiembre 21, 2005 1:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Romi, no hinchis!!!

septiembre 22, 2005 6:26 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

lamento discrepar completamente de lo que acá se dice:
Siempre he sido un tipo tranquilo, caballero con las damas, amable, y todo lo que una mujer normalmente pide... ¿y que he obtenido de eso? Pues nada XD
Las mujeres buscan un príncipe azul por todos lados, pero siempre se enamoran del villano de la película y abandonan al príncipe azul a la primera de cambio... ¿que no? ¿cuantas veces han dicho: lo siento, pero solo te quiero como amigo? Siempre recuerdo una frase..... Es que eres demasiado caballero!
No lo nieguen, para enamorarse, nada mejor que el malo de la película... el principe que quede para el consuelo de la amistad.
El Lillo :)

septiembre 22, 2005 9:30 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Romy:

No hincis más!

(El roedor Mickey)

octubre 22, 2005 12:08 p. m.  
Blogger Loreto said...

dónde firmo?, me uno a la demanda.
besos miles

me reído mucho con tu blogs, de verdad de periodista a periodista tienes buena pluma

diciembre 16, 2005 6:05 p. m.  

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