Encontrar

Esta mañana cruzo la Alameda, y siento que alguien me nombra de nombre y apellido y me agarra el brazo. Miro, y es mi papá! Nos abrazamos, qué estás haciendo acá nos preguntamos y nos despedimos con sonrisitas de felicidad tres minutos más tarde. Y eso que todavía vivo con é y nos vemos todos los días. Pero él no trabaja en el centro, y de hecho el negocio queda en los suburvios de Stgo. Y fue bacán encontrarme con él, en medio de la ciudad, haberlo visto y que me dijera que me veo muy re huacha caminando por el centro. Ok, será mi progenitor, pero es muy cierto que me veía linda hoy.

Ayer caminando por el Panorámico me encontré con una periodista con la que trabajé hace un par de años. Giselle se llama y es muy amorosa. Nos saludamos y nos pusimos a conversar de su despido y de mi cesantía. En la época en que trabajamos en el mismo lugar teníamos re buena onda, pero nos veíamos poco porque ella cubría Moneda y a lo más, nos tocaban turnos de fin de semana juntas. Nos pusimos a conversar en un pasillo, hasta que decidimos ir a tomarnos un té, porque yo andaba con una gastritis macabra que me tenía mal, aunque saqué de positivo haber dejado atrás 2 kilos, en fin.

Nos sentamos y nos pusimos a conversar como locas, deben haber sido las dos de la tarde y ahí estábamos las dos contándonos las vidas en un arranque de locura extrema porque teníamos todo el tiempo que nos da la cesantía para dedicar el día al ocio. De vez en cuando la Gi me decía ¿tienes que irte?, mientras yo le gritaba que soy cesante y que esa tarde... no tenía nada más que hacer, y volvíamos a reirnos de que ya no hay apuro para ciertas cosas.

Al final vimos el reloj y eran las 4.30! pagamos la cuenta del café vacío y nos fuimos a vitrinear, ella buscando vestidos para un matri y yo una cartera con la que estoy atravesá.

Qué rico encontrarse con gente agradable en Stgo.

Porque a veces me encuentro con desagradables y buuu, me dan ganas de salir arrancando.

Y lo mejor, arranco!!