Volvió el Lillo!!!!

Pensé que tenía una fuga de lectores, ante masivos reclamos de que soy hueca y fome, menos mal que el Lillo sólo se había separado, claramente debe ser uno de los pocos hombres que sufren del Síndrome Bolocco, y con esa depresión de saber que está en el club a los que no nos invitan a salir por buenosmozos y clever, había desaparecido mucho tiempo.

Pero no... volvió.

Y eso que ayer en la Fuente Alemana, con el niño que me dice preciosa, vimos a Mario Guerrero... de verdad que morí de emoción, me escondí para que no viera que soy capaz de comerme un lomito italiano entero y al salir, intenté saludarlo, pero mi vergüenza fue más fuerte. Quizás para la próxima, sí lo haga.