martes, marzo 25, 2008

Adiós Kevin o Todos los perritos se van al cielo





Se me murió el Kevin. Y yo lo echo de menos porque era lejos el perro más flaite que conozco. Y le poníamos ropa. Y le poníamos cartera. Comía exquisito. Le encantaba el chocapic y el jamón serrano y el chorizo español que le daba mi papá y que nosotras mirábamos con ojos desquiciados porque no le podía dar eso al perro. Si dormías con el Kevin, siempre escondido porque la mamá no dejaba que entrara a la casa, ocupaba toda la cama y te dejaba durmiendo al rincón. Y era bacán porque andaba mucho rato caminando con dos patas y nosotros jurábamos de guata que se había escapado del circo. Al Kevincito yo creo que su mamá lo abandonó al nacer, como a Carlitos de VTR. Y por eso era tan regalón. Era un perro rubio, como todas en mi casa. Aunque la verdad, el papá y el Kevin eran los únicos the real rucios. Con el Kevin jugábamos a ser muertitos. Y cuando le poníamos sus polerones, los flaites de San Miguel se los robaban. El Kevin tenía una casa celeste y adentro tenía un scaldosono sin enchufe y que el desintegró todo su sistema eléctrico. Porque el Kevin era más que una cara bonita y un cuerpo perfecto. Y un cojín gigante que arrastraba al pasto y una sábana. Muchas veces se llevaba una mina a la casa y pasaba la noche con ella, y a nosotras nos daba celos y la mirábamos feo y la odiábamos, y el como que estaba enamorado y ponía cara de huevo frito. Al Kevin no le gustaba el pelet, y eso que un día hasta le compramos Pedigree. Y como era un perro humilde, así que comía Guau Forte, un alimento en forma de huesitos que cuesta como luca los ochocientos kilos. Al él le encantaban las grasas saturadas, el chancho asado con full aceite, y los cueros del pollo. Era capaz de jurarte amor eterno si le traías lo que sobraraba de la parrillada. Y ni siquiera ahora puedo pedirle el costillar al mozo, porque ya no tengo perrito.



Al Kevin le encantaba andar en auto y soñábamos con comprarle una silla de guaguas para llevarlo a todos lados. Y mil veces me tuve que devolver a la casa, porque me iba a trabajar, y el me seguía corriendo atrás, así que lo tenía que subir al auto e ir a dejarlo instalado. Y también nos dejó con una deuda millonaria en el hospital, porque al flaite se le ocurrió morirse justo en medio de la operación y con la misma cara de flaite, mostrando el diente de oro.



Y lo peor es mis hermanas y yo lo echamos mucho de menos.









8 Comments:

Blogger Guillermo Bustamante said...

Pucha Romi, que lata lo de tu perrito yo me compré uno hace dos meses y si le pasa algo de verdad lo sentiré mucho poruqe es como mi complemento.

ánimo y fuerza!! cuando Osito sea papá te regalo un perrito

marzo 25, 2008 8:03 a. m.  
Blogger Fernanda said...

qué penita, y hace algún tiempo que andaba de candidato para ser rostro de una campaña publicitaria, y aparecía siempre en tus posts...

marzo 25, 2008 2:12 p. m.  
Blogger En eso estoy... said...

Romi, me emocioné! en serio! y más aún cuando termino de escribir mil blog y me meto al tuyo... yo tb dediqué unas palabras a Kevin. http://enesoestoy.blogspot.com
ánimo!
besos!

marzo 26, 2008 8:57 a. m.  
Blogger Dani said...

amiga, el kevin vivió una vida bkn como miembro gold de las cargioli.
Lamento que ya no lo tengas juntito a ti, pero creeme que está vacilando de lo lindo en el cielo

Un abrazote de animo

marzo 26, 2008 9:47 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Romi que pena lo del Kevin, sobre todo pq era un perro delomasquihay. Animo no más...
B.

marzo 26, 2008 12:59 p. m.  
Blogger Unknown said...

Romi... mi perrito Jerry murió el año pasado, y al igual que tú dormía conmigo, le colocábamos ropa y era parte de la familia... siempre lo recuerdo... entiendo tu dolor
CAriños
Carla Ilabaca

marzo 26, 2008 9:16 p. m.  
Blogger galgata said...

Qué lindo te quedó esto. Los animales son lo mejor, ¡siento que se haya ido! pero tiene que estar en alguna parte.

marzo 31, 2008 1:11 a. m.  
Blogger Bárbara said...

Hay! me rompiste el coraz�n! lo peor que hay es que se te muera una mascota. Hace unos meses se me muri� el pascual, mi conejo que viv�a con mis pap�s y que tambi�n com�a a lo rey, era fan�tico de las sopaipillas pasadas que le hac�a en invierno y de los porotos verdes. Un minuto de silencio por las mascotas, y un abrazo para t�

abril 16, 2008 2:43 p. m.  

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