Cosas divertidas

Estoy tensa!!! Hoy tenemos una reunión importantísima... presentaremos un proyecto muy choriflei, que si resulta, seremos demasiado famosas, y todo el mundo lo verá, un mega proyecto, yo creo que todos irán a verlo!!! Cruzo los dedos para que resulte, porque después de meses de reuniones, les presetamos algo, que por fin les gustará. El otro día estaba en mi pieza y escuché a la Stefi cantar esta canción: Me gusta cantar montar en un pony, pero prefiero... MI PRIMER I POD!!! Y yo, qué pendeja sublevada!! Yo tuve My first Sony. Me acuerdo que nos regalaron mis abuelitos uno a la Guale y otro para mi en una navidad. El de la Guale era negro y el mío rojo. Igual el rojo me daba lata, porque mostraba lo infantil que era, en cambio ella podía usarlo hasta la eternidad, porque como el negro no pasa de moda y más encima, le otorgaba juventud y menos intantilismo. La Guale es la hermana que viene después de mi, y como que siempre fuimos más parecidas, nos confundían como si fuéramos mellizas. La Guale, a pesar de ser un año y cinco meses menor, siempre fue más alta que yo, y hasta el día de hoy me preguntan si es mi hermana mayor. Cuando chicas nos gustaba decir que éramos mellizas. A veces conocíamos a niños y nos los engrupíamos con eso. También usábamos eso para tener facilidades en tonteras. Además, como mi mamá tiene una hermana gemela, hacíamos que éramos una familia muy especial... jajajja. Me acuerdo que para un sketch de la semana del colegio hicimos una parodia al programa del Pollo Fuentes, en esos donde se reencontraban los hermanos perdidos. Nos vestimos iguales y se supone que la Guale había ido a ver si estaba lloviendo en la esquina y nunca volvió. Me acuerdo que esa vez todos se reían con nosotras. Bueno, en realidad, como que siempre nos creíamos el tony del curso. Mi mamá siempre nos retaba por las malas notas y nos decía que en vez de estudiar, nos creíamos los floreros. Igual, las cosas no han cambiado mucho en realidad. Hace como un mes atrás salimos con un grupito de personas, entre ellas, una pareja de andantes. Después de tanto piscolear, dancing y más chuchuqueo, me dicen: Oye!, X le pidió pololeo a la Y!! Me acuerdo que nos abrazamos todos, casi saltamos, nos reimos y las felicitaciones iban y venían. La semana pasada me enteré que X le dijo a la pobre Y que ya no estaba pololeando, porque cuando se lo pidió estaba curado! De verdad me dio mucha risa, porque es como cuando jugábamos de niños y nos mandábamos una embarrada, uno decía "no vale, porque estaba en boli".