Socialité

Un día me desperté y me sentí famosa. Nooo, es mentira. Pero ayer me pasó algo demasiado choriflei que se viene repitiendo. Como que camino sintiéndome la Giselle Bundchen de Santiago. Físicamente parezco tarugo, pero mi imagen mental de mi misma es la cagá. Mi ego es demasiado alto. Estoy segura que en cualquier minuto Casanova, el dueño mundial de la agencia Elite toca el timbre de mi casa y pregunta por mí. Aunque en verdad no estoy segura si es para que le modele o para que le haga el aseo en su oficina. La cuestión es que mi tratamiento antiacné creo que va de viento en popa. Una vez a la semana parto a que me echen nitrógeno para borrar las marcas. Gracias a eso el tema de mi caracho está re bien. Yo creo que antes de fin de año puedo tener una cara como para hacer un comercial de Clinique. Bueno, eso es lo que me prometieron. Y mi vida social está un poco más movidita que hace un tiempo atrás. Últimamente me he encontrado con gente que no he visto hace tiempo. Eso está re bueno. Y después del 18, justo cuando emprendería una dieta de desintoxicación me han salido unos eventos de lo más lolo. El martes tuve la comida de despedida de mi curso de italiano y partimos a las pizzas Sí. La Rita, mi profesora, debe tener como 60 años y se viste como si tuviera 20. Es muy simpática, habla hasta por los codos y el problema es que habla tanto que no deja hablar al resto. Después de un trimestre con ella no puedo hablar nada, pero chuta que entiendo todo lo que me hablan!! Ayer partí al Bravíssimo y obviamente que mi dieta en vez de desintoxicarme, me está intoxicando. Lo pasé muy bien, como que me reí de puras estupideces. Como que me tiraron unas tallas muy simpaticones. Y para rematarla, hoy parto de nuevo al mismo lugar, en una reunión urgente citada por mi grupete de amigas periodistas, porque a una de las socias la terminaron sin piedad. Así que hoy me toca el resumen dieciochera y una disertación sobre el troglodismo de los hombres de hoy. De verdad estoy que llevo un power point!!!