lunes, agosto 20, 2007

El día del níspero

Como la canción del comercial de Easy, que decía algo así como... cuándo tendré mi casa como la quiero?? y atrás sonaba el, el día del níspero.
Así es mi vida. Desde como hace 5 años que me urge el tema de la casa propia. Por mil razones, porque con créditos de 30 y 40 años, encuentro que es como mucho terminar de pagar el nidito de amor con la jubilación. Después, porque las casas por Dios que son caras. Y los departamentos igual. Tercero, porque me criaron con la lógica que arrendar es perder plata, así que tu obvio que tienes que hacerte propetiaria. Cuarto, porque para comprar un dpto hay que tener plata para el pié y como mi ahorro en ese item es casi de un millón anual, para tener un pié digno deberé vivir en mi casa los próximos 7 años. Osea, hasta los 34 años, lo que implica levantarse temprano los findes a hacer el aseo y jamás, pero jamás, pasar todo un día en pijama, cosa que, como nunca la he vivido, me parece que debe ser de lo más pintoresca. Quinto, porque a mi nunca me han contratado, porque mi sueldo es poco, y porque la plata no me alcanza, nunca podré optar a un crédito hipotecario, ni siquiera con Eurolatina. Y en ese caso optaré por rematar mis corneas, vender un riñón o dedicarme a ser vientre de alquiler para unos cincuentones. O quizás si, y pueda optar a una vivienda serviú de 3 metros cuadrados donde a los pies de mi casa está la cocina y si me doy vuelta en la cama, choque con la ducha.
Y va a sonar terriblemente frívolo. Pero yo adoro la ropa, y las joyas y los zapatos, las carteras me matan. Me encanta gastarme la plata en cosas que puedan meterse en una bolsa, o en una caja. Y me encanta pedir las cosas en papel de regalo. Por que esas cosas me dan placer y cuando uno está como en estado de shok pucha que es rico comprarse una pilchita y como que uno se llena de felicidad y de amor con uno mismo, y se ve tan regio y se encuentra tan estupendo, y obvio que jamás se deprime, porque se tiene la autoestima super controlada y alta, y no hay nada que te la destruya. Incluso estar soltero.
En fin. El asunto es que me pasé el finde con una prima, un año mayor que yo, pero que un mes más le entregan el dpto a todo cachete style que se compró. La escuchaba y me dolía la guata. Los mil y un papeleos que debía hacer. Los mil y un papeles que debía falsificar y trucar, porque a pesar de su pega enferma de buena y perpetua, no le aceptaban el crédito porque ganaba muy poca plata (y eso que es doble mio). Y así suma y sigue para tener que pagar por los próximos 30 años!!! A mí como que me bajó una depresión postparto bastante profunda. Una, porque esa tarde me había comprado un anillo enfermo de lindo y me empecé a cuestionar si una joyita era importante o no, o era mejor dejar esa plata para una futura manilla de puerta de clóset. Y después, porque igual es el colmo, cómo ganar tan poco para que jamás en la vida te den la oportunidad de querer optar a un crédito, y como que me salió una parte izquierdosa de mi. Porque claro, si me aplico, obvio que podría ahorrar full plata, pero también no podría salir a carretear nunca más en la vida, ni comprarme mil pilchitas regalonas, ni las joyas que soy adictas, ni las carteras choras y más encima no podría cambiar nunca el auto!!! O sea, me encierro los próximos 10 años a ahorrar y se me va la juventud, o me dedico a pasarlo bien.
Con toda esta depresión que comparto con mis amigas periodistas, de cómo tan pobres, cómo tan poco contratadas, cómo tan triste nuestras vidas, porque ni siquiera lo glamuroso de la pega alcanza a compensar el sobregiro en la cuenta corriente, y tampoco estoy hablando que me manden a reportear a Dubai y me pidió matrimonio un billonario petrolero que contrata a Paris Hilton para que me cante el cumpleaños feliz. Cero.
Así que con toda esta adicción a las compras, la nula posibilidad de autofinanciarme una vida digna y mi soltería extrema, le dije al papá que me quedaba viviendo con él para siempre. O hasta que me suban el sueldo. O me contraten.
O sea, el día del níspero.

4 Comments:

Blogger Departamento Compartido said...

Buena Romi, pensando en la independencia?, pero para que quieres casa propia si al llegar a la que tienes esta ordenada, alguien ya ha cocinado y tienes a todas tus pichas hermanas para conversar y copuchar...
Na, pasar a la casa propia no es tan bueno como suena.
Quizas si te hechan de la casa es mejor pagar un dividendo que un arriendo; pero mientras puedas vive con tu familia
Saludos y suerte en las traducciones

agosto 20, 2007 3:26 p. m.  
Blogger Dani said...

eso quiere decir que nuestro plan se fue a las pailas???? je..bueno comentamelo..porque como comprenderas,tras la experiencias europeas...vivir en mi casa es una opcion de corta duración

agosto 21, 2007 1:58 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ayyyyy cómo te entiendo!!! Estuve a punto de irme a vivir a mi pololo haciéndome la grande, la "yo me puedo con mis 300 lukas" y por razones de fuerza mayor se funó todo, aunque debería decir que POR SUERTE se funó. No hay nada mejor que permancer todo el tiempo posible en la casa de los padres. Comidita rica, ropita impia y pieza ordenada y, por supuesto, acceso ilimitado a comprarse la tonelada de cosas inservibles de mujer que existen sin cargo de conciencia y sin pensar: uf, esto me habría alcanzado para un kilo de arroz. Yo tampoco estoy contartada, y creo que nunca lo estaré. No es por ser pesimista, sólo realista...y periodista!!! Y ya ni siquiera me estressa el hecho de pensar que quizás nunca tendré casa propia y que siempre seré la lástima de la familia, porque, como dices tú: cómo tan poco contratada, poco aperrada, entre otras cosas...
En fin, podríamos crear la APESICA (Asociación de Periodistas sin Casa) e ir a inmolarnos al frente de la Moneda, con propuesta en mano.
Felicitaciones por el artículo!!!

agosto 22, 2007 11:58 a. m.  
Blogger Sole said...

Imagínate. Tendrías casa pero lo más probable es que poco amoblada, con un refri medio pelado (con lo rico que es comer), sin Tv cable e Internet... y claro, sin los carretes, los gustos y las compras...
No, si eso de vivir sola e independiente suena lindo pero pucha que hay que tener poder adquisitivo...
Al final, la casa de los papás no es tan mala...

Te quiero amiga.

agosto 23, 2007 3:20 p. m.  

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