miércoles, noviembre 14, 2007

Yo soy su copiloto

El sábado tuve una cita. No sé si una the real cita, pero como que me sentí en una. La invitación era algo como del tipo, es sorpresa, reserva un parte de la tarde y la noche. Te paso a buscar. Estaba nerviosa. Estuve nerviosa. Casi con ataque surtido y crisis de pánico. Mi problema no era la cita, sino que la ida a buscar. La verdad es que me había pasado los últimos 78 fines de semana andando en mi auto, saliendo en mi auto, maquillandome en mi auto y apretando chala cuando quería y a la hora que quería. Si la cosa no estaba buena, me iba a otro lado. Si estaba buena, me quedaba más. Y si no quería hacer nada, media vuelta y a mi casa.
Estuve de martes a sábado con un nudo en la guata pensando que eso que te pasen a buscar es como estar en un secuestro express. Me acuerdo haber llamado a la Maca una noche en estado catatónico para preguntarle qué hacía si me aburría y no tenía cómo escapar. La respuesta era fácil, la llamaba y ella partía al rescate. Desde ese minuto entendí que tan, pero tan siniestro, no era.
Me pasaban a buscar a las 7 y media y yo no estaba lista. Acostumbrada a vestirme y peinarme, para terminar todo el enchulamiento en el auto, faltaban 15 minutos para que llegara y yo figuraba agarrándome a coscachos con mi closet, para qué decir que el día era un espanto, entre que hacía frío y calor, que zapatos o chalitas, que polera o chaleco o chaqueta, ya mi vida era un dramón con patas. Así que agarré el celular, oye Huacho, llega un poco más tarde, qué tipo de planes y todo listo. Una cartera grande, eché una polera para el cumpleaños que teníamos después y parece que huacho se tomó demasiado a pecho lo que llegara más tarde, así que yo lista, figuraba sentada en la cama de mis papás esperando a huacho, mientras mi papá me decía a cada rato que me habían dejado plantada y yo lo miraba con cara de exorcista porque la única vez me invitan a salir resultaba ser una broma para Video Match.
Huacho me pasa a buscar y yo me encomiendo a la Virgen del Carmen para que no me aburra y no tenga que recurrir al plan B. Vamos a patinar en hielo. Ya para la cuestión entretenida, a pesar de que me da un miedo atroz caerme y le pregunto al loco que me pasa los patines si es que alguien ha muerto ahí dentro, y me contesta que no, así que espero no ser la primera, o sino me gano portada de LUN al día siguiente.
Tan ñurda no fui, aunque 20 pendejos de 7 años pasaban a la velocidad del rayo al lado mío. Yo figuraba como en el grupo de los papás tullidos que acompañaban a los cabros chicos y hasta uno me echaba el ojo. Hasta un abuelo todo senil casi me sacaba la lengua cuando me pasaba rajado a 20 kms por hora. Cómo tanto, así que me puse a patinar sola, porque Huacho de vez en cuando se quedaba pegado viendo el partido de Maradona. Es hombre, obvio que me cambió por una pelota. No me quedó otra que pensar en el verano y el bikini, y ponerme a patinar como si se acabara el mundo. Salí digna, patiné una hora, no me caí jamás en el hielo, pero aterricé con una pechuga directo en la baranda y en otra, casi me disloqué el hombro tratando de afirmarme.
Cuando era yo la que le sacaba la lengua al anciano porque ya no podía andar más rápido y esto se había convertido en las olimpiadas de invierno, escucho un golpe seco. El vejete, mi enemigo número uno, se cayó de cabeza y se rompió la frente, sangraba como si le hubiera explotado un auto bomba en la oreja, y aunque me dio un poco de pena verlo con la cara de aturdido, sentí un poco de alegría, porque esta vez, yo había ganado.
Como la cita continuaba, Huacho me dice que vamos a comer. Así que partimos a este restorán japonés en el cocinero pica todo en el aire, cocina frente a ti y estás sentado al lado de gente que no conoces. Bueno, las señoras eran enfermas de simpáticas, el cocinero tiraba todo para todos lados, hizo figuras con todo lo que encontró y se le reventaron mal los huevos, pero yo estaba alucinada con tanto show, además que Huacho era como el súper héroe, porque le tiraron el arroz y casi lo agarró como Superman. Además, que nosotros éramos los más jóvenes, así que era obvio que con la motricidad fina de los veteranos de al lado, era poco probable que los hicieran participar. Lo único malo es el olor a comida con el que se sale de ahí, porque más que intentamos hacerle el quite a las nubes de humo que aparecían de vez en cuando.
A esta altura de mi cita ya había dejado atrás los ataques de pánico y lo estaba pasando del uno, no encontraba nada más chori en panorama, así que nos fuimos al cumpleaños de una amiga que era onda escolar y había que ir con uniforme. Como no estaba en mis planes salir de mi casa con jumper, llegamos con Huacho en plan de los animadores de la kermesse del colegio. Huacho iba de profesor de gimnasia y yo, de la profe rica de francés. Pero horror, el cumpleaños era de lo más entretenido, todas mis amigas disfrazadas de escolar, con faldita y polera y trenzas y yo, parecía la vieja guatona, fea y arrugada que hace clases en Morandé con Compañía al lado de ellas.
Con mi depresión post parto, me senté en la terraza con un ron para pasar las penas, mientras escuchaba como todos cantaban en el karaoke. Ahí estaba yo mirando cómo mis amigas tienen cara de 15 años y son tan jóvenes, cuando el primo lejano de Osama bin Laden, un turco narigón, pero súper atractivo y hasta mino, agarra el micrófono y comienza a decir: la rucia pelolais que venga para acá a bailar. Yo en estado de shock, obvio que este tiene que vivir en el desierto, cómo no se da cuenta que tengo un corte de pelo estilo pokemón, este está cagando fuera del tiesto, ahhh, pero jura que soy rucia natural, así que no está tan mal, pienso, y toda la terraza me hace barra para que corra donde Osama que está cantando Provócame de Chayanne… así que partí!!! Me sentía famosa bailando con Osama, pero tampoco podía ser tan loquilla si andaba en una seudo cita con Huacho, entonces volví a portarme bien.
Llegué a mi casa feliz, la seudo cita estuvo increíble y descubrí que, después de todo, ser copiloto es bacán.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

que chooooorooo y quien era el saliente?

noviembre 15, 2007 8:07 a. m.  
Blogger Departamento Compartido said...

Que entrete el panorama, y hay que felicitar al saliente por la actividad mental y salir de los comun de las invitaciones; aunque por otro lado pegale un chape para que concrete algo.

Saludos y pasa el dato de donde es ese restaurant japones.

noviembre 15, 2007 9:54 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nada más romántico!!!
El profe de rugby (o de gimnasia) estaba celoso porque tú pinchabas con el alumno turco!!!

noviembre 15, 2007 10:11 a. m.  
Blogger Departamento Compartido said...

Recien vi una foto de la susodicha fiesta .. y bien arrugon tu disfraz
Y batante chistosa y buena la idea jajaja

noviembre 15, 2007 11:35 a. m.  
Blogger Dani said...

Profe de ruggby o ginmacia te ha vuelto a invitar ???

nos vemos mañana

besos

noviembre 16, 2007 9:16 a. m.  

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