Maitencillooooooooooooooooo

La verdad, lo del robo y todo el trauma post asalto me borró todos los buenos recuerdos y la buena onda de un paseo a Maitencillo que estuvo el descueve. Creo que empezó el viernes al entrar al Líder y cachar el menos 30 para el pisco. Aló, Sole, oye están baratos los piscos, cuántos compro? Dos, me dice. Vamos por tres, digo yo.

Así que la pasé a buscar el sábado en la mañana con un cargamento alcohólico lo bastante poderoso para que no nos faltara en los tres días y con todas las ganas de un paseo ultra merecido y deseado, espantando las malas vibras (que me llegaron de suácate al volver a la capital) y descansando hasta morir.

Obvio, un poco lesas, no cachamos cómo poner la bomba de agua y la Sol en un ataque fuerceril, la dejó imposibilitada de abrir o cerrar. Nada más que hacer que llamar a Enrique y a su amigo José Miguel, alias Juanito para socorrernos. Claro que llegaron con empanadas de camaron y queso y yo tensa, y tan buena para el diente, que estaba feliz, tomando pisco sours frente al mar, mirando cómo un par de huachosminos nos atendían como reinas, sintiendome mejor que la Kena Larraaín y la Daniella Campos. Por Dios, eso es vida.

Lo que pasó durante el día fueron más pisco sours, una siesta reponedora, pizzas y piscolas y un par de mandarinoskas en La Canasta, sacándonos fotos ultra chics (que robaron) y peleándonos cual reality por el equipo que era el más choriflei. Lejos ganamos Juanito y yo con la foto mordiendome el pelo!! Grrrrrr. Nadie puede!!!

Y de ahí, un asado de lo más top, con papas con mayo mal peladas por mi y un consejo del tipo "¿te puedo hacer una crítica constructiva...? sácale el ojo a la papa!!!" y pisco sours caseros y almuerzos en la terraza gigante frente al mar de la Sole, mientras todos me molestaban con el alma en pena que aparecía por las noches y yo prefería dormir de día para no sufrir con un espíritu que me sacara ronchas.

Pero lejos, lo mejor de todo fue ir a la Kila, la discotec más top de Puchuncaví, discotec de pueblo total, mal, mal, que hasta incluía strippers para las regalonas y regetón al por mayor, lo que nos hacía feliz a la Sol y a mí, y minas con dientes de oro que se mojaban el pelo en el baño y después partían a bailar, y yo con cuidado, porque juraba de guata que me iban a cogotear a la salida. Bailé toda la noche, con escándalo y locura, aprovechando que ahí nadie me conocía y me paseaba por todo el galpón agarrando del chaleco a Juanito y él, pobre, me miraba tenso como si fuera la loca de patio más descarriada de la región Metropolitana, y se cagaba de la risa y yo media avergonzada le decía "oye Juanito, te morís que en la vida real no soy así", tratando de justificar las piscolas y el desenfreno en una fiesta de pueblo.

Y así terminó, con after hour en la terraza, cagada de frío a las 6 y media de la mañana, pensando en uno de los fines de semana más increíbles de mi historia.

En realidad no.

Terminó con empanadas de queso y jaiba y machas a la parmesana.

Asaltada, tajeada y sin vida

Con la Sole pasamos Maitencillo de luxe. Pasé a dejarla este lunes. Y venía a mi casa. Estaba en Bilbao, en el semáforo con Vicuña Mackenna. Y feliz, estuvo realmente increíble y de repente un estallido, tres locos, chao cartera, chao billetera, chao camara Nikon, chao Creative, chao Clinique, chao agenda. Chao 300 lucas invertidas. Chao mi vida.

Ahora sin cartera.

y me bajé rajada, apenas los ví corrriendo, nadie, pero absolutamente nadie me ayudó, estaba lleno de autos y yo al medio, me tajearon dos dedos y me salía demasiada sangre, se llevaron un pedazo de mi dedo también. Y mi cartera Pez.

Así que empecé a llamar a todos, y nadie me contestaba, una pareja llamó a los pacos y por supuesto jamás llegaron, de ahí el pololo de la Guale que me abrazaba y me pedía calma y yo agarré un pañuelo y no paraba la sangre, por Dios, quedó todo mi chaleco blanco rojo. Después llegaron mis hermanas y el TM bloquió todo lo que tenía que bloquear y yo lloraba y lloraba y llegaron los papás y mi auto mal, lleno de vidrios, y yo sin pedazo de dedo, tratando de acordarme qué mierda tenía en esa cartera gigante y mis lapices, y mi cuaderno con notitas y teléfonos y todo lo que yo quería escribir en mi vida.

Y tres pelotudos se lo llevaron.

Y yo ahora estoy con ataque de nervios. Con dos dedos horriblemente parchados, con un médico que me atendió gratis, porque con llanto y todo le expliqué que no tenía con qué pagarle,con un paco, que cuando fui a la comisaría me dijo "páseme su carnet" y yo "señor, entienda, se llevaron todo!!! T O D O "

Y claro, la Gordi Bachelet me dice que todo está bien!!!

Por la mierda, yo no merecía esto!!!

Me voy

Me voy.
Como la Julieta Venegas.
A Maitencillo con la Sole.
De esta pega.
A pensar en mi. Y en la proactividad.
Y en el OJO.
Y a comer chocolates con TM.
Ha hacer manualidades para regalar.
En las conversaciones con AN.
En el nuevo blog.
Y los proyectos.
Las historias.
Y lo que queda.

Yo no estoy sola!

Después de todos las propinas de apoyo al post anterior no me queda otra que decir...

Yo no soy la única

Creo que tengo 10 amigas, tan huachaminas e inteligentes como yo en la búsqueda de un huachomino, público objetivo, todas profesionales sexys, simpatíquisimas y buena onda, que hablan de corrido, con buenos modales y que se han subido a más de un avión, viajadas, aperradas y buenas para el dancing y para comer, que no les dirán que no si las invitan a una parrillada, porque prefieren un lomo a lo pobre que una ensalada césar... y hay algunas que son secas para el playstation!!!

Y como preguntó un niño... ¿dónde están todas las mujeres ricas que no están pololeando ni que sufren por exs?

Amigo... se juntan conmigo!!!

¿Ha sufrido usted el Síndrome Bolocco?

Ante tanta pregunta y tanta insistencia, haré una breve reseña de lo que significa el Síndrome Cecilia Bolocco. Allá, por aquellos años a fines de los 80, post Miss Universo el año '87, Cecilia Bolocco tenía toda la fama y fortuna del mundo, creo que había terminado con un noviecito que tenía en esa época, tenía una corona que brillaba por si sola, una banda de Miss Universe a todo cachete y un papá chocho de su regalona Miss Chile. Sin embargo, nuetra querida Chechi pasaba los fines de semana SOLA. Sí, leyó bien. Absolutamente sola. Porque ningún gaio la llamaba porque se imagiban "pa qué voy a invitar a salir a la Chechi si es tan rica que me va a decir que no" o "pa qué la invito a comer si tiene que tener cualquier pinche".
Pero no.
Nuestra Ceci pasaba los findes sola, echada en su cama, arrendando películas en el Errol's y disfrutando los viernes de "Video Loco". Sola. Absolutamente sola.

Casi 18 años después, en Santiago pasa lo mismo. Sólo que ahora no somos reinas de belleza ni cargamos con ser un ejemplo para la juventud. No postulamos a Miss 17 y con suerte mi máximo puntaje alcanzado en la vida fueron los casi 700 en la PAA de Verbal. Y sería.

Las mujeres tan ricas y tan inteligentes como yo cargamos con el Síndrome Bolocco. Sólo que ahora no arrendamos pelis en el Blockbuster, sino que pescamos al grupete de amigas y nos vamos de dancing, o de japiagüer, o de lo que sea. Y mientras nosotras bailamos desenfadas, una fila de hombres poco atrevidos nos miran con cara de ganas de sacarnos a bailar, sin osar a hacerlo por miedo. El mismo miedo que les provocaba nuestra Ceci.

Así que el otro día me pasé una conversa eterna con una querídisima amiga sobre este asunto. Ni ella ni yo entendíamos que si somos tan huachaminas e inteligentísimas, no existía ningún puto hombre que nos hiciera el peso. O que nos invitara a salir. O que descaradamente se pegara una declaración hot que sacara chispas. Pero por el contrario últimamente me han llegado frases del tipo: "tu me encantabas, pero estabas pololeando..." o "por qué chucha no me contaste que te habían pateado", mientras se quedan pasmados ante mi grandiosa belleza y yo espero de una vez por todas que se peguen una atinada.

Señorita No y Señorita Sí

Llamé a la Señorita No y le digo: oye, muero por una piscola, vamos? Creo que son las cinco de la tarde, está ultra nublado y tengo una tos de quiltro que parece más de tuberculosa de una mujer sana y robusta como yo. La Srta No me grita que sí y quedamos de juntarnos a las 7.10 en Lyon. Llega a las 7.11, un monumento a la puntualidad. Corremos a inyectarnos un ron directo a la vena.
Que el ron era monstruoso, es verdad. Y la Coca Ligth se hace chica. Da lo mismo, le cuento que estoy chata de todo, que tengo problemas de disciplina intensos y que ando en conversaciones con un par de huachominos bastantes público objetivo, que me da risa todo eso y que estoy disfrutando de un momento de popularidad extrema. Me cuenta de su vida glamurosa, de las invitaciones nefastas al Kamazú, o sea, que ni con la peor de las curaderas se va a meter allá y yo le digo que por favor no cometa el bochorno macabro de que alguien la vea allá, que su dignidad se iría por el suelo y que ni siquiera una excusa la salvaría del percance. Creo que nos reimos de mi vuelta a la soltería y de los beneficios que me ha traído (por Dios, la cantidad de gente que ahora es mi amiga y que me invita a salir, tener pololo es como un repelex potentísimo) y ella se hace amiga de todos mis nuevos amigos que han aparecido por acá. Me dice "me caen regio" y ella n¡ los ha visto ni en pelea de perros. Yo feliz, salir con ella es mejor que todos esos cursos de autoayuda que puedan vender por televisión.
Y de repente me doy cuenta que no enfoco bien, que se me pega la lengua y que el vaso está harto más vacío de la última vez...

Señorita No, le pregunto, estoy hablando muchas weás?

No sé huachita, yo estoy en las mismas, me responde.

El Kike de los blogs

Por el principio

La Diana tiene blog!

............................... D I A N A ..................................

Estábamos hablando y me cuenta que se hace un blog. Le pregunto, oye gaia, qué nombre le vai a poner, y me dice... en eso estoy!!!

Siniestro, qué buen nombre por el amor de Dios. O sea, qué ganas de tener un blog con ese nombre!!! y ella, pero linda, es que... mmm, lo estoy pensando... y yo, RoseMari Garay, si no lo patentas tú, lo hago yo, por que mi vida entera es un eterno "En eso estoy".

Y así se llama ahora.

En fin, entonces pensé... ¿cuál es la gracia de un buen blog?

Hablar tonteras.

Hay que ser como el Kike Morandé de los blogs. Lo que todos critican, pero que gana en rating. A mí, me tratan de tonta hueca y cosas peores... y qué? No importa, da lo mismo lo que hablen, pero que hablen. Si yo quiero ser famosa y nada más.

Podría ser como la Kena Larraín y pololearme a un blog futbolero y después a uno tenístico. Y mi vida no cambiaría mucho de lo que ahora es.

Total en la vida no todos tiene que ser intelectual!