Yo siempre escribo tonteras, pero esta vez me quiero poner seria. El Transantiago es realmente satánico. 666, belcebú y el chupacabras no son nada al lado de este gran invento. No puede ser que todos, a cualquier hora, andemos como sardina. Valor. Yo todas las mañanas llego con los monos a la pega. Y eso que igual ando poco en comparación con esa gente que toma 4 micros y 2 metros, y tiene que caminar 20 cuadras. Tampoco me levanto tan temprano como otra gente que realmente está peor que yo.
Hoy tuve que esperar 5 metros para poder subirme como sardina. Mientras estaba en el andén, en el televisor del metro apareció Zamorano contándome las bondades del Transantiago y de verdad me dio una rabia siniestra, fue casi como ver a la yegua malévola. Si hubiese tenido una piedra en la mano, rompo el televisor, me pongo a gritar, aunque viniera la tele, Espejo, Olmos y me llevaran directo al Peral. Creo que en cualquier momento a uno de nosotros nos viene el día de furia, no me extrañaría que la próxima semana un kamikaze con una mochila al hombro explotara en la línea 1 y matara a medio Santiago.
No hay nada peor que no poder respirar. Las pobres señoras con niños dan pena. Una mina embarazada no puede meterse al metro. Y qué decir si un discapacitado quiere entrar al metro. Se le va la vida tratando de entrar la silla de ruedas. Ayer sólo me pude subir al metro, después de esperar como 15 minutos, porque un señor muy gordo hizo de escudo y me dio la pasada. Sino, todavía estoy tratando de llegar al trabajo.
De vuelta el temita es el mismo. Hoy cerraron por ratos Escuela Militar. Todos éramos ganado. Algunos sacaban sus celulares y comenzaron a grabar. Otros sacaban fotos. La mayoría de los hombres se pusieron a gritar y silvar y a chiflar, qué ganas de poder hacer eso. Casi todas las mujeres teníamos cara de espanto. Entre que hay que cuidar la cartera para que no te asalten y tener ojo al charqui para que no te agarren el poto, osea, no hay posibilidad de ocupar las neuronas para otra cosa. Así que estaba yo en el tumulto con cara de terror, cuando empieza a avanzar la fila y tres personas antes de que yo pasara mi tarjeta, avisan que nadie más puede pasar, y la gente empujaba y a mi se me sale la chala!!! osea, ya me veía de mártir de Transantiago aplastada por mil personas que no tienen la culpa de nada y que sólo quieren llegar a la casa como yo. Y en un minuto de iluminación divina agarré la chalaila y me metí como delincuente sin pagar!!! Es que estaba la patá!
Qué decir. Desde Escuela Militar el metro va lleno. Trata de subir en otra estación. Hay que ser contorsionista. O el hombre invisible. Cero posibilidad. Olvídate de ir a una cita en Transantiago. Seguro que le da un infarto al huachomino con el olor a Transantiago que es demasiado poco sexy. O ir a una entrevista de trabajo. Mejor partir un par de días antes para llegar a la hora. Con mi poder mental de verdad veo súper cerca a todos los santiaguinos con depresión. O renunciando a sus trabajos. Los índices de violencia intrafamiliar van a subir más que las acciones de Colocolo. Y ojalá que a nadie se le ocurra suicidarse tirándose al metro. Ahí sí que nos caga a todos.
Y ni las micros se salvan. La semana pasada me subí a un troncal. Avanzo tres paso y mi troncal se enchufa atrás de otro troncal. Choque!!! Si los choferes no aprenden. Igual que en las amarillas, el "operador", como les gusta llamarse, se para y grita a toda la audiencia: súbanse a la que viene atrás. 100 pelotudos bajándonos de la oruga para hacer parar otra oruga y decirle al "operador" que la micro en que veníamos estaba jugando al lego se acopló a otra, porque quería hacer una micro no de 10 metros, sino de 20!!!
Si alguien sabe de una protesta contra Transtgo me avisa. Voy a estar en primera fila echando chuchadas. Lo prometo.