¿Cómo tan bacán?

Hartas veces a la semana pienso que sería bueno emigrar y partir a la aventura de compartir departamento con alguien... pero a veces, cuando trato de pagar mis cuentas y me entero que el papá se las llevó y me las pagó escondidas, o cuando llego y la mamá me espera feliz, y si estoy enojada hablo con la Gualeta o con toda la mafia, digo, chupalla, para qué?

Y ahora adoro más ser una soltera que vive con los papás, mamonamente y sin cuentas que pagar. No sólo porque me compré un baby iPod y la ropa y los zapatos en mi closet ya no dejan espacio, porque me compro maquillajes y cremas caras y mi lema es porque yo lo valgo y el cargo de conciencia ni siquiera pasa por mi cabeza. Así que ahora, con la Conzue, mi amiga que está en las mismas condiciones, decidimos pasar el 18 en Chiloé, en la casa de Carola. Con chimenea en Ancud, y curanto y PO chilote. Así que taquilleras, porque ya no estamos en edad de tomar un bus, nos aplicamos con el avión y partimos a jugar a la granja. Y muero de la emoción de solo pensarlo.

Para todo lo demás, existe Mastercard

No sé lo que me pasó. Atroz de siniestro, yo que soy demasiado feliz, como que me dió una pequeña depresión. Tanta noticia junta, tanta cosa mezclada, una semana atroz, casi echando de menos a alguien a quien yo nunca pensé en echar de menos, es una cuestión de freak show, casi en mi mundo en que hace años que no echaba de menos, es raro. De tan loca que estaba, juraba de guata que me había poseído René de la Vega y por eso yo andaba haciendo el loco sin percatarme.

Hasta que tuve un minuto de iluminación y me fui de compras. Sola. Aprovechando los regaloneos del papá, y estuve toda la tarde, y me compré un vestido, unos pitillos azul marino, una cartera, dos chalecos y unas botas. Ok, suena como compras millonarias, pero como que estaba todo a liquidación, salvo los pitillos que son de nueva temporada, pero como que me enamoré, nada que hacerle. Y más encima, como que yo me miro al espejo y me siento flaca, como que debo tener anorexia ocular o algo así, si todo el mundo se encuentra siniestro cuando se mira al espejo y yo siento que estoy lo más que hay, enferma de estupenda, o sea, tampoco veo reflejada frente a mi a Giselle Bundchen, tampoco estoy para prototipo de maniquí, pero sí puedo ser un ejemplo a seguir o la gente me puede envidiar. O quizás, sólo es una cuestión de actitud.

Fui y soy feliz. No hay nada mejor para subir el ánimo que comprarse unas pilchitas. Pero creo que no fue suficiente, así que pasé por un helado de chocolate suizo. Nada más rico.

I feel good!

Como que ya me da vergüenza escribir. O nada que ver empezar a contar las historias con los protagonistas que leen y ya no es tan entrete, o quizás sí. Quizás, antes de todo, tengo celular nuevo, osea, yo soy la única persona en el mundo que no tenía señal en su casa, sólo me llegaban los mensajes de que habían llamado. Era atroz, porque me tenía que juntar llamadas y después, apenas me subía al auto me ponía a devolver las llamadas como si fuera operadora telefónica. Lo bueno, era que a veces no quería contestar el teléfono y me excusaba diciendo que, como estaba en mi casa, no sonaba el teléfono. Lástima que no lo podré volver a hacer.

Bueno, mi nuevo celular es muy, pero muy cuma, demasiado. Pero es rosado. Más tirado a fucsia. Muy lindo, pero flaite y tiene esas cosas horrorosas para las orejas con bluetooth, o como se escriba, también rosado, pero yo me niego a usarlo, esa gente que se lo instala en la oreja se ve macabra y yo, como dice la canción, antes muerta que sencilla. Antes con un parte que con ese aparato a lo micrófono de Chayanne de tan mal gusto. Mil veces mejor esos con cables, más aracaicos pero más decentes. En fin, el celular es muy tecnológico, me niego a aprender a usarlo, me leí el manual y quedé igual. Pero muy motorola será, pero no tiene opción de ver llamadas perdidas! O sea, yo que soy mandá a hacer para tratar de abrir el celular y se me cierra la tapa, porque soy totalmente embarada con las manos, estoy cagada.

Empezando por el cumpleaños de Calamaro el viernes que estuvo del uno, y casi me infarté cuando puso a Massiel y había más gente que cantaba la canción Marinero, ay que mareo, que mareo siento y heyyyyy, marinero, no me abandones nunca por un barco nuevo y era demasiado entrete, osea, yo lo pasé muy bien, además que el papá de Calamaro me encontró cara de inglesa, y yo casi morí de emoción, porque era segunda vez en la semana que me encontraban cara de europea, y es muy chistoso porque me acuerdo que desde chica el Flaco, un hermano de la mamá al que jamás le hemos dicho tío, me decía que yo me parecía a la Ornella Mutti, que es como 60 años más grande que yo, pero que es muy huacha. En fin, 10 puntos más para el ego.

Después con mi querida amiga Maca descubrimos que tenemos mucho poder de convocatoria, y eso es un demasiado buen punto a favor. Primero, porque estábamos las dos en un cumpleaños sentadas en la mesa y 20 minutos después, la mitad del cumpleaños conversaba con nosotras. Y ojo, el bar no estaba ahí. Después, armamos dancing. Bueno, un rato estuvimos bailando las dos solas, pero nos ganamos el premio a las más prendidas. Eso sí.

El sábado fui a comer con unos amigos y mi querido amigo Lalo (que me regaló un baby Kevin para el auto) a un restaurant alemán muy rico y muy bonito y muy chori. Me tomé una cerveza muy rica, y aunque claro, sólo éramos dos minas en el grupete, la Dana comía como hombre igual que yo, así que súper feliz porque esa noche me lo comí todo, me lo fumé todo y me lo tomé todo, me sentía como Homero, sin tener cargo de conciencia porque la mina de al lado se comía una lechuguita. A también, después fuimos a una fiesta donde se habían acabado los vasos!!! osea, a nadie en el mundo le puede pasar eso de verdad, era una fila como de mil personas tratando de pedir un vodka tónica, todo mal.

Y remato con Satanás, su vuelta, la historia de amor más sufrida, osea Kramer v/s Kramer es una alpargata Iberia al lado de esta teleserie. Y aunque todo es demasiado siniestro, que me tiene mandando mails a Madrid como condenada, pero que también tiene mails cariñosos de vuelta de amigas ultra preocupadas por mí y que han pasado casi por lo mismo, Satanás confesó una devoción por mí que de verdad me hace más llorar que reir, porque es bien tarde por lo demás, pero porque además me confesó que todo lo que le cargaba de mí resulta que a Belcebú ahora le gusta y lo extraña, y si antes no soportaba que yo escribiera tonteras en el blog porque son demasiado huecas y se negaba con su alma a leer el pobre ojo, resulta que ahora se dió cuenta que se equivocó y que claro, mi entusiasmo es mucho mejor que estar callada con cara de pava, y que ahora entendió que yo era muy motivada y prendida, porque mientras pololébamos según él yo era la persona con menos intereses y motivaciones en la vida. Qué horror, pero así es la vida. Y yo, como que me siento bacán.

La mejor noche de mi vida

No, mentira. Pero casi. La historia comienza con una cuenta que yo veo. Una cuenta que me pone muy feliz, porque es la mega cuenta, un canal de tv gringo, con el que me va bien y es muy entretenido. La cosa es que los directores de esa cuenta están directamente en Estados Unidos y toda la conversa es vía mail, todo súper simpático, pero por mail.

Pero resulta que esta semana el vicepresidente de esa mega compañía estaba en Chile y obvio que había una reunión con él. Es un huacho rico, mezcla de italiano, buenomozo y joven y claro, yo soy como el perraje en mi oficina no fui al cafecito de rigor. Pero por Dios, una llamado en la tarde y rickyricón me quería conocer, que hago bien la pega y que claro, nos invitaba, a mis jefas y a mi, a comer esa noche al Puerto Fuy.

Así que partí rajada a mi casa, un cambio de ropa de express, vestidito y una botas negras, muy estilosa, de verdad me veía muy bien. A penas alcancé a enchularme, pero le puse color, me maquillajé en el auto y a las 9 figuraba tensa, porque claro, fui la primera de los 4 en llegar, así que súper digna, entré no más y esperé tranqui, sin caer en la tentación de la llamada al celular, porque no hay nada más triste que los que esperan y matan el tiempo con llamadas telefónicas, alargando el chicle en conversas que no deberían durar más de 30 segundos, cuando todo el resto sabe que lo hace para no parecer giles.

Cuando llegó huachiricky casi me infarte!!! todo lo que me podrían haber dicho de él no era nada. Es una estrella de cine, de metro 90, rucio y encantador. Nos saludamos y lo primero que me dice, qué lindos tus ojos, y yo con estado de shok, osea, huachorico me piropeaba.

La comida fue increíble, porque huachi en su acento italoamericano era un encanto, insistía en decirme que mis ojos son muy lindos y que ascendencia tengo, porque tengo cara de polaca (?), por más que yo insistía en mi abuelito italiano y él, que yo me veía demasiado joven, que perdona la pregunta, pero que edad tienes y yo 26 y él, yo tuve una novia de 24, y nos contaba lo dramático que era llegar a su depto en south beach y estar solo, y había terminado con una novia porque ella no quería tener hijos, y yo papi ricky, osea, te entrego lo que no tengo para ser la madre de tus hijos, por dios, por ti soy capaz de quedarme con 120 kilos de más y ocho millones de estrías.

Entre vino y vino, la comida, el postre y el pisco sour, no en ese orden, pero casi, se nos pasó la noche, me reí todo el rato, chao cansancio y la una de la mañana cerramos el restaurant. Me fui feliz, contenta, o sea, de verdad sentí que Brad Pitt me piropeaba, nada mejor para el ego.

Así que ahora me voy, hago cola en la Embajada de Estados Unidos, lucho por una visa que no me darán porque tengo todo para que no me la den, soy espalda mojada, pero por Dios, yo le puedo curar la soltería a guachón.

Volvió Satanás

Volvió Satanás. Desde las penumbras, como si lo hubiera traído Coca Cola y diera un concierto gigante en el Estadio Nacional. Qué susto, Belcebú, 666 reapareció y hasta con invitación para Fiestas Patrias en Buenos Aires. Yo ya me imaginaba 4 días de terror en Palermo y claro, ni muerta estoy para una luna de miel en Puerto Madero. Estaré loca, pero no masoquista. Me hubiera gustado pegarle un tiro. O tirarle un escupo. Pero no sé hacerlo. Así que le dije que no.

Como dice Luismi, si no supiste amar, ahora te puedes marchar.

Este finde...

• Me gané un premio a la más ubicada... llegué sola y sin mapa a un cumpleaños en Quinta Normal el viernes en la noche ... vivir 26 años en los suburbios hace mejor persona. El problema es que confundí Quinta Normal con Quilicura y cada vez que pregunté me miraban con cara de pobrecita.
• Pude llegar a Quinta Normal, pero no salir. Un PO me dijo "sígueme" y me llevó a la civilización. Fue demasiado entretenido jugar a la que no se sabe el camino, PO paraba en todos los semáfotos para preguntarme si ya me había ubicado.
• El 50% off en ropa del Líder es lo mejor del amor. Sobre todo en los suburbios donde vivo yo, donde la gente piensa que es rasca comprar ropa en el supermercado y hay toneladas y toneladas de pilchas para elegir.
• Dos vodkas tónicas con una amiga en la previa de una fiestoca.
• En la fiestoca mi amiga me gritaba al oído optimista: somos las solteras más codiciadas de la noche.
• A las solteras más codiciadas nadie las sacó a bailar.
• Mentira, bailamos toda la noche, con Calamaro, all nigth long, con corona de princesa.
• Esto no me da vergüenza: Me pegué una patiná de 2 minutos eternos frente a Calamaro y casi me saco la cresta a la salida del baño. Amenazó con chantaje. No soy perfecta.
• Si alguien dijo que vodka y caña no son compatibles, está muy equivocado.
• Nuevamente, no lavé el auto.
• Me sentí en septiembre con un asado en la terraza de mi casa a pleno sol.
• Me llegó una super invitación que me di el gusto de rechazar. Soy mala, muy mala.
• Volví a sentirme rica. Y ganadora.

illo illo bailando en Peralillo

La Cande Goyenechea, mi hermana por esos caminos del Club Dior, toda regia como yo, simpatiquísima y editora de una revista de lo más top me invitó a la fiesta de la vendimia del Valle de Colchagua. Obvio que sí, le dije demasiado prendido. Así que partí, sin saber nada de vinos, apenas diferenciando un tinto de un blanco, cuando ya estaba en el bus para periodistas que salió de Stgo el sábado a la 7 pm.

En el bus todo fue conversa con un ex periodista de SQP, pronto a ser rostro, una fotógrafa simpatiquísima, mi ex editora de Economía en un medio y que es un amor, y a la que adoro porque siempre me mandó a las pautas menos terribles, un periodista de estos sitios de vino, la Maca y quién les habla, o mejor dicho quién les escribe, que miraba esta escena de lo más surrealista porque por Dios, entre vino y ron, parto corriendo por lo segundo, que el vino a mí me da más sueño que narcoléptica y porque con horror, cada vez que me tomo una copa tengo la sensación de que me quedaron los dientes y los labios morados, como toda la gente que veo frente a mí y no se inmutan y juran que se ven súper sexys al ritmo de azul de metileno style.

Tipo 10 pm, yo figuraba cagada de frío pero linda, linda, linda a puro para ser bella hay que ver estrellas porque ni cagando me pongo un challanto y un gorro de lana y polainas para estar abrigada old fashion y entraba feliz a la ex estación de trenes de Peralillo, el pueblo que no conocí, porque entre el bus y la fiestoca había 30 pasos.

Al principio vino más vino. Como yo no cacho cuál es el orden de los factores para que no alteren el producto, Maca y ex chico SQP me guiaban por el entretenido mundo del vino. Y una copa, y otra más, y nos turnábamos para ir a sacar más, y un grupo de jazz tocaba en el escenario y yo descaradamente le hacía ojitos al pelado y mino y huachiricky del saxofonista y me cagaba de la risa con la Maca porque ella insistía en mirarlo hasta ponerlo nervioso y a mí como que me daba pena y vergüenza, nada que ver desconcentrarlo aún más con mi belleza, cómo tan malula.

Más vino todo el rato y un picoteo loco por acá con cebolla en escabeche que estaba realmente rica y un cebiche exquisito y un lechoncito de otro mundo y de repente SCA aparece en acción, pero harto fome son mejores en la tele, y de repente comienza el bailongo y the real fiesta y empieza el ron y yo ya muero de felicidad, no puedo más, porque no creo que sea muy cómodo bailarse un regetón con una copa en la mano.

Así que me pasé toda la noche bailando con el editor de una revista simpatiquísimo, que me decía que él cuando miraba a la gente se daba cuenta si le caía bien o mal, y que claro en mí no veía nada, así que su merengue y su salsa y Madonna y con la Maca le bailábamos regetón al dj, mientras un grupete de enólogos de la Fundación las Rosas trataban de imitarnos y a mí no me daban más los pies de tanto dancing. Y uff, las 5 am y un neozelandés nos invitaba a after en su casa a dos.kilómetros.de.acá y yo lo miraba con una cara de quiero.dormir.ahora.ya.

Y de nuevo al bus. 3 horas durmiendo y despierto a las 8 am en Santiago.

Flor de carrete.

Me cansé

(Esto lo escribo mientras estoy con un coma diabético después de comerme 4 pedazos de brazo de reina)

Me cansé de ser la única soltera. Me cansé de no tener un huacho que me acompañe a mis eventos. Me cansé de no tener qué foto mostrar ¿Uno qué hace ahora?

Yo no entiendo por qué a los solteros nadie nos da bola. O yo estoy metida en un mundo lleno de comprometidos o qué. O de gente con hijos. No entiendo la move. Creo que todo partió en mi oficina (lugar donde las 3 personas que me acompañan tienen un huachomino e hijos) y todos tienen cosas que contar de sus hijos los lunes. Que baby huachomino se mandó mansa ni que cagada o que baby huachomina lloró toda la noche y no dejó dormir. Que lindos que son, exquisitos, y yo casi envidio el tener un ser humano que les jura y promete y procesa amor enterno. Y claro, mi finde no dan ganas ni de contarlo. Que me fui de copas, que tipo 3 am me llamó y nos juntamos. Que el domingo una caña infernal, y que atroz, no se me puede pasar todo el finde de evento en evento nocturno y que cuando hay sol, casi siempre ha caña, porque a mis 26 ya no es lo mismo que a los 21 y que este finde en Acuelo me tomó 2 días en poder recuperarme y que casi tuve que internarme en el siquiátrico para una cura de sueño para poder recuperarme, porque el vasito de agua antes de dormir esta vez no me hizo nada.

Lo más triste que me pasó es que un día llegaron "visitas" a la oficina y claro, vamos mostrando fotos, y todas mostraban fotos de sus hijos, y la guagua, y la guata y la piscina y la nieve y la gracia y todo junto en una pantalla de computador. Obvio, que yo que no tengo descendencia que entregarle al mundo me quedé callada, mirando cúanto ha mejorado la raza en este país, porque nacen cabros chicos rucios y de ojos azules aunque los papás sean chonos, cuando me preguntan ¿y tú, eres casada? ¿tienes niños? y yo, obvio que la mire con cara "qué te pasa, no te das cuenta que soy demasiado joven y bella y y audaz" cuando de lejos alguien dice que no, pero que tengo unos papás y unas hermanas muy lindas. Así que estuve los siguientes 10 minutos mostrando fotos de mis papás, de mis hermanas y mías, mientras escuchaba a todos piropear a mi papá por galán (tiene una cara de italiano grrr, se comentaba), a mi mamá (es muy guapa) y a mis hermanas y yo (la cagó para ser todas tan lindas!!, gritaba el público) y a mí no me quedó otra que chochear con ellos a falta de pinche.

Después estoy en la etapa en que mi mamá cada 4 días me pregunta si tengo pololo. Cuando le digo que no, que obvio que sabría si salgo con un huachomino, me pregunta por qué? Y ahí empiezo yo a contarle que no hay ningún huachiricky que me guste, o que lo encuetre demasiado bueno, que el mercado es poco, que a mi me gustan los feos,que ya quedan pocos heterosexuales, que la cantidad de gays es siniestra, que los con hijos a lo Papi Ricky pasan, no sé mamá, por mil razones justo en este instante no hay huachomino para mí.

Después el miércoles fui a tomar té donde la Tuqui, mi abuelita, y me preguntó por el ex pololo de hace más de un año, porqué habíamos terminado (historia que le conté 7 millones de veces), me interrogó por qué no sabía nada de él y después me dijo que lo encontraba buenmozo, y ahí yo le dije "sorry Tuqui, pero el buenmozo está con una malamoza". Dos minutos después mi querida Tuqui me preguntaba por un pololo del colegio, con el que pololié en 1997, osea, tiene más memoria ram que mi computador, pero ya era como demasiado pasado, así que le dije que por lo menos hace 10 años que no sabía nada de él. Ella remató diciendo que aún tenía su teléfono (porque una vez lo llamó para su cumpleaños). Ok, te llamamos.

Y ahora llegó el minuto en que comienzan las citas a ciegas. Y me da risa. Porque no por soltera, sino por sociable voy a ir. A ver cómo me va.