Yo NO puedo ser de Rojo

• Aunque canto bien, se escucha mal.
• A pesar de que baile ultra decente, los que osen levantarme para hacer piruetas conmigo quedarán con un permanente daño en la columna.
• Porque me llamo Romina, y no Yamna, Maura, Zafiro o Lucrecia (y eso que hace unos días en una entrevista de trabajo me dijeron: uhhh, qué lindo tu nombre, yo tenía una perrita que se llamaba así)
• Además, porque mi nombre es Romina Andrea y no puedo ser como la Yamna Carolina que cuando bailaba en Mekano se llamaba Carolina... creo que para ella Yamna es un nombre más mishtico.
• No tengo dramas del tipo "mi mamá quizo abortarme", "mi papá me abandonó", "soy del campo y en los veranos cosechaba porotos" y "choqué curado, pero no lo quería hacer".
• Al contrario, mis dramas de infancia eran "mami, quiero más comida", "papi, llévame a la Fuente Alemana", "papi, papi pasemos a Juan y Medio". La respuesta era : "oye, nadie se va a querer casar contigo porque comes mucho".
• Porque no me dió anorexia ni bulimia. A mí me obligaban a no comer tanto.
• Porque le haría chupete a Jaime Coloma. Todo eso antes de verlo parado, porque detrás de su escritorio se ve mil veces mejor... es obeso!
• Porque no me operaría las pechugas. Ni me sacaría las costillas. Mmmm, pero si me ofrece un canje Pedro Vidal lo estaría pensando.
• Y si me hicieran ponerme la ropa de Rojo me daría un ataque surtido.
• Y sobre todo, porque si me paro en ese escenario, juro que no me bajo más. Y sé que el rating se iría a la nubes.

Tengo una estrella en la cabeza

Cuando tenía como 10 años escuché que mi papá le comentaba a alguien que él sabía que yo iba a ser muy feliz, que era más despelotada y al lote que el resto. Que había menos cosas que me importaban. Que él lo sentía así. Y yo sentí que desde ese minuto me habían puesto una estrella en la cabeza.

Nunca he dejado de pensar eso.

A pesar que hace unos días me dijeron:

"¡¡¡Es que a ti no te gusta nada en la vida salvo las carteras!!!"

Entonces pensé "este huacho tiene razón".

Así que me hice diseñadora de carteras.

San se acabó.

Me fui en la sicológica

Todas mis entrevistas de trabajo habían sido a lo amigo. Mil preguntas, pocas preguntas, largas, cortas. Después me decían al tiro, ya quedaste, o no eres nuestro perfil, pero ayer me tocó esas rondas a lo headhunters que me parecen un poco exageradas. Todo empezó el miércoles cuando dormía siesta después de haber ido a una entrevista también por pega en la que no me fue bien. Estaba raja dormida, cuando la Cata me dice que me llaman de una empresa, yo qué onda, ya me están ofreciendo tonteras... Me llamó un junior para invitarme a una entrevista al día siguiente de una pega que no recuerdo haber postulado. Me puse feliz. Llegué a la entrevista 25 minutos y me quedé afuera haciendo hora para no parecer ansiosa. Después entré y me llevaron a una sala de reuniones, me explicaron un poco la pega, me hicieron preguntas ñoñas del tipo "qué haces en tu tiempo libre?" y yo: me encanta ir a los parques, el cine me fascina, adoro leer... aunque la verdad hubiese sido "me encanta dormir y comer, almuerzo y duermo siesta, me despierto y todo once, después salgo y me tomo unas piscolas". Hasta esa parte de la entrevista iba bien. Después me llevaron donde el sicólogo. De vista el sicólogo me dio risa. Uno, porque era mi primera vez en las lides de las pruebas sicológicas y otra, porque era un pendejo con cara de poder. Que tenía más cara de oficinista que de sicólogo y que al final tuve que preguntarle ¿es verdad que usted es sicólogo? Este era mi diálogo Sicólogo: ¿Qué le dijo la otra persona que la entrevistó? Yo: ¿Para qué quiere que se lo repita si usted ya se lo sabe? S: ¿Cuáles son sus fotalezas? Y: Bla, bla... y soy súper conversadora S: ¿Y usted encuentra que es malo? Y: Yo lo encuentro excelente... pero para qué lo anota en la D de DEBILIDADES? S: Bueno... mmmm, lo voy a cambiar S: ¿Cuáles son sus debilidades? Y: Esta es pregunta para Miss Chile Después de una serie de diálogos a lo Miss Chile, pasamos al test de Rotchat. En la primera veía un murciélago, pero yo re tonta en vez de decirle eso, le dije VEO A BATMAN! y si lo daba vuelta, una mosca. Después vi un monstruo feo, pero le dije que era un hombre grande, dos personas cagadas de la risa, dos enamorados, unas caderas, pero para no parecer sicótica omití la información y le dije que no veía nada, vi un perro atropellado, pero le dije que era un gatito como Silvestre echado... Si alguien por el tipo de respuestas cacha como me fue, que me avise!!

Al Ministro con cariño

De los políticos, al que siempre adoré fue a Francisco Vidal. No sé, como que ponía la boca chueca, tenís un pelo bonito, es simpático, me encantaba. Corría el 2004 y mi turno comenzaba a las 4 de la tarde. Yo siempre llegaba encima de la hora, así que como a las 3.55 me llamaron al celular para decirme que había una pauta, que el ministro Vidal iba a hablar a las 4 y que me tenía que ir rajada, que por mientras me pedían un taxi. Me acuerdo que llegué y la editora me dió la dirección de la casa de Vidal y cuando le pregunté de qué onda y de que se trataba lo que iba a hablar, la Paula me respondió "van a pelar a la derecha". Lo mismo de siempre. Pesqué la grabadora y partí en el taxi. En el auto, el taxista y yo íbamos tratando de averiguar dónde quedaba la casa, yo media nerviosona, jurando que iba a llegar al final de las cuñas y que no tenía con quién conseguirmela. Llegué a la casa de Vidal y veo que va saliendo el canal 13. Qué horror. Camino un poco más y veo a Vidal sentado en su terraza de madera y con sillas blancas. Está hablando con TNV. Sólo con ellos. Me shoquié. Horror. ¡Vidal está hablando con cada uno de los medios!!! Y para más remate, después venía yo. Creo que en esos 4 minutos de colapso nervioso traté de enchufarme en el tema. Pero iba para atrás todo el rato. Vidal estaba dando respuestas a un cosa que había dicho la Udi en la mañana y de lo que yo no tenía idea. Las manos me temblaban, quería dejar la grabadora y salir corriendo por el pasaje de Vidal, perder la memoria y olvidar el periodismo por siempre. Me quería morir. Termina Vidal de hablar con los del 7 y la Deborah, su jefa de prensa le dice: Ministro, ella es Romina que viene de... Vidal se paró y me saludó. Me dice algo como si le pregunto al tiroy me ofrece un café. Con Vidal estábamos de frente, parados en su terraza y yo le digo: "Ministro, NO SÉ que preguntarle". Osea, nadie en el mundo tiene al ministro, al vocero de Gobierno y no se le ocurre qué preguntarle. Y él, viendo de mi cara de desesperanza, me agarra la cabeza y me da un beso en la frente!! yo caí rendida, me dice que no me preocupe y que la Deborah me va a ayudar. Así que puse la grabadora y lo miraba como me respondía mientras la Deborah le hacía las preguntas detrás mío. Me acuerdo que lo miraba con cara de estúpida, entre enamorada y avergonzada por el papelón periodístico que había tenido. Es que peor, yo no era una estudiante de periodismo. Ya estaba egresada. Agarré a besos a Vidal y salí de su casa, resignada a tomar la micro cerca del Parque Intercomunal para llegar al centro a escribir mi nota. Iba saliendo con la cola entre las piernas cuando me encuentro con el chofer del radiotaxi, y el señor todo amable me dice: La vi tan perdida, que mejor la esperé. Así que agarré el auto y me llevó de vuelta a la agencia. Desde ese día que a Vidal lo adoro. Y al periodismo lo odio.

Yo quiero uno para mí

Fui a ver Secretos en la montaña. Es más. Acabo de llegar. Yo quiero un vaquero así. Que me lacee, como diría la Gaby , y que me lleve a acampar tres veces al año. Es que esa pareja es muy re romántica. Osea, encuentro que Jack será malulo a veces y todo lo demás, pero que era enfermo de romántico nadie lo puede negar.

Yo quiero un cowboy así, que me mire con cara de estúpido y que me lleve a pescar... no puedo estar tan loca como para que me gusten todos los protagonistas de las películas. Incluso el gay.

Estoy de cumpleaños!!!

Mis primeros 25!! Deje su saludo querendón aquí

Vértigo

Fui a ver a U2 invitadísima por mi novio, con el que debemos tener la media cábala, porque como nos llevamos tan como el perejil, la vida está obligada a regalarnos cosas y a que nos vaya bien en el casino. La verdad, no vi ni palotes. El novio intentó levantarme un par de veces y como se sentía un poco mal por un resfrío que empezó a atacarlo en el propio Estadio Nacional, ni siquiera me podía tomar en brazos. Igual eso no me importó tanto, como yo estaba como hipnotizada con la pantalla gigante. Es que fue lejos lo mejor. Y lo segundo mejor: es que Bono tiene la media suerte, todo lo que se pone le queda bien. Hasta el pañuelo anudado que le sacó a una fan y se lo chantó en la cabeza... es que nadie puede. El viernes estoy de cumpleaños. Mis primeros 25. Estoy a medio camino del medio camino hacia mi jubilación como diría el comercial. Y con mis 25 me veo mucho más chica que la Rocío Marengo, la Lola Melnik y la Luli Salazar. Y ojo, todavía me puedo sacar 5 años de encima. Así que estoy tensa preparando el viernes. Con máscara de palta para el caracho, un rucio intenso esta tarde en la peluquería y una dieta estricta que me haga bajar de un suácate los kilos del verano. Todo para empezar mis 25 huacha. Huachamina.